Las Palmas se diluye ante un Leganés que besa Europa
Beauvue y Eraso sacan a relucir la falta de ideas de los amarillos, que siguen sin claridad de ideas.
Beauvue y Eraso metieron en el baúl del Leganés los tres puntos. El conjunto de Garitano, con las ideas infinitamente más claras que los amarillos, hizo efectiva su estrategia de contragolpe ante una Unión Deportiva desaparecida. Mal partido de los de Márquez, que dominaron hasta donde su rival lo permitió. Rubén Pérez mantuvo el orden; Szymanowsky dio la velocidad y Beauvue, el gol.
El choque se inició con un tanteo inicial. Tímido. La Unión Deportiva trató de domar a su rival por medio del balón. Comenzaba a gustarse el equipo amarillo, pero Rubén Pérez avisó con un disparo lejano que casi acaba dentro porque tocó en Lemos. En el minuto 12, por iniciativa de Ultra Naciente, la afición comenzó a aplaudir por la extinción del incendio que ha arrasado la Isla. Lo mejor que se vio en el partido.
La idea expuesta desde el primer minuto se mantenía durante el choque: los amarillos trataban de llegar a la portería de Cuéllar; mientras, el Leganés se mantenía sólido en defensa para lanzar contragolpes rápidos y verticales. Beauvue no terminaba de poner a prueba a Chichizola. Sí lo hizo Calleri, que se giró sobre sí mismo y golpeó con la zurda que Cuéllar supo despejar. A la siguiente jugada, Javi Castellano también probó de lejos con un potente tiro que el meta madrileño también salvó.
El partido subía de revoluciones en ambas áreas, después de un atasco de casi media hora. Ida y vuelta, para infarto de los entrenadores, con los dos equipos volcados en busca del tanto triunfal, pero sin las ideas muy claras. La falta de criterio en los metros finales mantuvo el resultado inicial al descanso. Un resultado que se rompió nada más iniciar la segunda mitad. Rubén Pérez volvió a robar un balón en el medio, abrió para Szymanowsky, que cedió para que Beauvue la empujara, en solitario, y ante la mirada de Lemos.
El gol cayó como una loza sobre la pizarra de Las Palmas. Desdibujados y cada uno haciendo la guerra por su cuenta. Los de Garitano, aprovechando los nervios del rival, se aproximaban a Chichizola con una facilidad pasmosa por medio del contragolpe, su especialidad. Pitos desde la grada al equipo amarillo.