Carta a un gran madridista

Porque has dicho “sí, presidente” cuando Florentino vino a visitarte en casa de tus padres en Lyon y te ofreció jugar en el Madrid. Porque dijiste “no” a Ferguson y al United que te ofrecían mucho más dinero. Porque has llorado mucho, solo en tu habitación de hotel, cuando llegaste en el 2009. Porque era la primera vez que dejabas a los tuyos en Francia y que empezabas a vivir tu vida de adulto. Porque sufriste mucho al principio cuando Pellegrini te dejaba en el banquillo y te dabas cuenta de lo difícil que iba a ser hacerte un hueco en el equipo. Porque Mourinho te llamó “gato” y te menospreció pero tú apretaste los dientes. Porque tuviste el valor de llamar a la puerta del Special One en el hotel de concentración, en la víspera de un partido, para tener una charla de ‘hombre a hombre’. Porque piensas que el éxito del colectivo es más importante que las estadísticas personales.

Porque nunca hablaste mal de Higuaín o de Morata, dos de tus rivales para el puesto de nueve, cuando el entorno de esos futbolistas no paraba de machacarte. Porque jugaste lesionado la final de Lisboa, y arriesgaste tu participación en el Mundial, por ayudar a tus compañeros Cristiano y Bale, también renqueantes. Porque maravillaste al mundo con tu jugada del Vicente Calderón en la semifinal de la Champions. Porque haces mejor todo el juego del Madrid. Porque eres una muy buena persona. Porque eres fiel a tus amigos, aunque te puedan dar uno que otro disgusto. Porque eres un madridista de verdad. Por todo ello, querido Karim, me alegro de que sigas aquí muchos años.