Los Colts entran en pánico y buscan QB en los Patriots

Durante toda la pretemporada los Indianapolis Colts han tratado de mostrar su mejor cara de poker con respecto a la situación del hombro de Andrew Luck. Su QB titular, y gran estrella, se operó en enero y es el día de hoy que aún no ha usado su diestra para lanzar pases. La cosa olía mal desde aquí, desde Madrid, así que el tufo en la NFL tenía que ser espantoso. Pero se hacían los interesantes y decían que, contra toda evidencia, igual estaba para jugar el primer partido del año. O el segundo. Ayer tuvieron que mostrar las cartas sobre la mesa y, chico, la mascarada ha tocado a su fin: no llevan nada.

Los Colts traspasaron ayer a Phillip Dorsett, receptor velocísimo que fue una primera ronda del draft del año 2015, esto es, proyecto de estrella de hace tan sólo dos temporada, a los New England Patriots a cambio de Jacoby Drissett, el tercer quarterback del equipo de Bill Belichick.

El movimiento indica que la fe en que Andrew Luck esté disponible de inicio es escasísima. Como así debe ser. Incluso aunque mañana mismo el jugador comenzase a entrenarse en serio tendría que ser considerado duda para los dos primeros partidos del año. En Indianapolis han rehusado ponerle en la lista de lesionados, así que podría volver cuando estuviese a punto, pero la llegada de Brissett para competir con Scott Tolzien nos pone en la pista de que las esperanzas son pocas a ese respecto.

Porque, además, no lo olvidemos, Ryan Kelly, center y mejor jugador de la OL de los Colts, también está lesionado, y sería un suicidio sacar a jugar a Luck en sus paupérrimas condiciones físicas, con el riesgo que ello acarrearía, cuando el principal protector de su línea tampoco está.

Jacoby Brissett jugó el año pasado con los New England Patriots un partido de titular, pero no tiene tampoco experiencia alguna reseñable, ni categoría demostrada, como para ser titular en esta liga. No de momento, al menos. Si, encima, llega al equipo con tan sólo ocho días de adelanto sobre el inicio de la competición, la sensación que queda es que en los Indianapolis Colts están desesperados.

Por el lado de New England, han conseguido a un receptor que se sumará al grupo para paliar la baja de Julian Edelman, fuera para toda la temporada. Y, quizás en mayor medida aún, un retornador. Sabido es que Bill Belichick cuida como pocos los equipos especiales. Y, a su vez, vuelven a mandar el nítido mensaje de que Jimmy Garoppolo está ahí para ser el sucesor de Tom Brady, pues Brissett les ha resultado, como tantos otros antes que él, una elección de draft que les ha valido para negociar una necesidad puntual, como es la de receptor ahora, que no es poco, claro.