Rafa y Garbiñe están en la ruta

Los estrenos no siempre son fáciles. O si no, que se lo pregunten a Angelique Kerber, la defensora del título en el US Open, que perdió con sorprendente facilidad en su primera comparecencia ante una sorprendente rival: Naomi Osaka, número 45 del mundo. Rafa Nadal también afrontó un debut titubeante frente a Dusan Lajovic, con quien tuvo que invertir una hora y cuatro minutos para remontar un 3-5 en el primer set. Después el cielo se abrió, aunque ahí había dejado esa interrogante. No se ha mostrado muy fino el balear en la gira norteamericana, con derrotas en cuartos (Kyrgios) y octavos (Shapovalov) en Cincinnati y Montreal, pero se ha plantado en Nueva York con el refulgente número uno de la ATP. Nadal es Nadal, dos veces campeón aquí (2010 y 2013). Merece toda confianza.

Igual que Garbiñe Muguruza, que tuvo el lunes un debut menos espinoso: 6-0 y 6-3 a Varvara Lepchenko. La hispano-venezolana es el caso contrario. Una tenista joven y emergente, que ha patinado siempre en el US Open, donde no ha pasado de la segunda ronda y muestra todavía un balance negativo: 3-4. Por lo visto esta temporada, esos datos pertenecen a otra Garbiñe. O eso queremos pensar. Hoy parece más asentada, más regular. Su carrera proyecta también al trono mundial. La victoria de la reaparecida Maria Sharapova sobre Simona Halep, segunda raqueta de la WTA, allana un poco más la ruta. En definitiva, un buen comienzo de Rafa y Garbiñe, que mantienen intactas sus metas y la ilusión de los aficionados de verles números uno en la misma semana, al término de este último Grand Slam.