¿Qué fue de Joan Capdevila? La 'sonrisa' de la Roja
El lateral destacó en Villarreal, Atlético, Espanyol y Deportivo en LaLiga. Formó parte de la mejor Roja, ganando la Euro 2008 y el Mundial en 2010.
Contaba Iván Molero en este mismo diario el día de la retirada de Joan Capdevila que el lateral quiso titular su autobiografía 'Los malos también llegan'. Un título sorprendente para todo un campeón del Mundo, de Europa con más de 50 internacionalidades con la Roja.
Joan Capdevila nació en Tárrega, Lleida un 3 de febrero de 1978 y allí fue donde comenzó a dar patadas a un balón. Primero por afición y también de forma profesional, cuando la U.E. Tàrrega le dio su primera oportunidad.
Del club de Lleida pasó a formar parte de la cantera del Espanyol, club con el que debutó en Primera un 31 de octubre de 1998. No le fue precisamente mal la primera temporada en la máxima categoría del fútbol español en la que jugó 29 encuentros. 'El noi de Tárrega' destacó y el Atlético no dudo en desembolsar su cláusula (800 millones de pesetas) para cambiar la banda del Olímpico de Montjuic por la del Vicente Calderón, hecho que la afición perica no recibió con demasiado gusto. "Sólo quiero que me entiendan y vean que estoy ante una oportunidad única" trataba de explicarse el jugador, al que le dolieron las críticas de su afición cuando se empezó a hablar de su traspaso. El guardameta Toni le acompañó en el Puente Aéreo hacia la ribera del Manzanares.
A pesar de la "gran oportunidad" que suponía el Atlético de Madrid, Capdevila dejó el Calderón tras el descenso de los rojiblancos. Lendoiro aprovechó la ocasión para pescar en río revuelto y llevárselo al Depor junto con Juan Carlos Valerón. Así, se unían a una nómina de fichajes importante del Depor ese verano como Catanha o Walter Pandiani.
Ese verano, además de un traspaso a uno de los equipos que dominaban por entonces el fútbol español, fue convocado para los Juegos Olímpicos de Sidney, donde sólo Camerún, y en penaltis, pudo evitar el segundo oro olímpico en el deporte rey de la historia de España tras el de Barcelona 92. Ese verano compartiría equipo con Xavi, Luque, Marchena, Puyol o Albelda, que le acompañarían más tarde en la absoluta.
En ninguna ciudad aguantó más que A Coruña. Con el Depor vivió una época única e histórica. El himno de la Champions sonaba con asiduidad en Riazor y solo el Oporto de Deco, Costinha, Maniche, Carvalho y sobre todo, Jose Mourinho le privaría de jugar la final europea de 2004 en Gelsenkirchen. Su participación, aunque no acabó llenando la sala de trofeos, dejó para la historia una remontada antológica (4-1 en San Siro, 4-0 en Riazor) ante un todopoderoso Milan lleno de figuras como Kaká, Shevchenko o Pirlo.
De Riazor se llevó un Centenariazo (Copa del Rey de 2002) y dos Supercopas de España (2002 y 2002) para el palmarés además de un grato recuerdo de una ciudad que "adora", como mostró cuando la visitó hace poco en sus redes sociales. Acabó su contrato y se marchó libre al Villarreal en busca de nuevos retos.
Manuel Pellegrini solicitó su fichaje para tapar el hueco dejaba Arruabarrena, que abandonó el submarino amarillo para firmar por el AEK de Atenas. El lateral catalán cumplió con creces los deseos del 'ingeniero' chileno, que le mantuvo como fijo en la banda izquierda amarilla (44 partidos esa temporada entre Liga, UEFA y Copa del Rey).
La siguientes temporadas serían las mejores de su carrera y también del Villarreal, que llegó a terminar subcampeón de Liga y se hizo fijo en las máximas competiciones europeas. Su buen desempeño en la banda izquierda le hicieron un habitual con la Roja, tanto con Luis Aragonés como con Vicente del Bosque. El lateral participó activamente de los mejores años del combinado nacional siendo titular en las finales de ambos torneos en los que salió campeón. "No me creo que esté aquí ahora mismo. Es imposible que un tío como yo esté jugando la final del Mundial" dijo años después en Informe Robinson un futbolista que años antes fue etiquetado injustamente como "el peor" del once en esa selección.
El siguiente verano dejó Vila-real y probó en el Benfica, que poco después, acabaría cambiando por el Espanyol. El catalán volvía a su casa donde se reconcilió con una afición que no se tomó bien su pase al Atlético de Madrid. La segunda parte acabó lo suficientemente bien para ganarse una puerta con su nombre en Cornellá-El Prat.
En 2014 dejó el Espanyol para probar el éxotico fútbol indio durante 14 partidos antes de volver a Europa. En el Lierse belga una grave lesión parecía que le iba a retirar de los terrenos de juego pero Capdevila trabajó para poner fin a su carrera cuando él quiso. El lateral se recuperó y se marchó al Santa Coloma andorrano donde decidió colgar las botas tras una temporada. Después de una previa de Champions. Una salida especial para un tipo diferente.
Ahora, Joan, recién retirado, no se plantea su vida como primer entrenador si no como asistente. Un trabajo algo más alejado de los focos y como enlace entre la plantilla y el despacho del míster. Su autobiografía se acabó titulando "La Suerte". Campeón del Mundo, de Europa y medallista olímpico. Viendo lo visto la mala le vino a visitar pocas veces. Dentro de poco, su sonrisa volverá a lucir desde el banco.
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