Este verano durante mis vacaciones en Denia conocí a un importante matemático. Fue apasionante charlar con él de la abundancia de cifras que han invadido el fútbol moderno. Me dijo este hombre tan culto: “La estadística es la forma científica de la mentira”. Duras palabras… Y no podía estar más de acuerdo. Sin embargo, los números se han convertido en un elemento casi dictatorial de la valoración de nuestro deporte favorito y, para afirmar que un jugador hace bien su trabajo, resulta obligatorio apoyarse en estadísticas. Una pena.