El Athletic se mentaliza para jugar en el infierno griego
El Apostolos Nikolaidis ha sido elevado al nivel de infierno por un grupo de ultras de ideología neonazi y será una caldera contra el Athletic.
EI Athletic soportó la presión de la caldera del National Arena de Bucarest y mañana se duplica el efecto calor: el Apostolos Nikolaidis, elevado al nivel de infierno por un grupo de ultras de ideología neonazi, presionará en el estreno de la segunda previa europea. “No tenemos que amedrentarnos ante el Panathinaikos. Si competimos al cien por cien, no hay escenario o lugar donde no podamos sacar un resultado positivo”, sostiene Williams. Así es, no se concibe que el Athletic, curtido en mil batallas, se vaya a echar atrás ante un ambiente feroz.
Ziganda podría repetir once por tercer partido consecutivo en Europa, calcando las alineaciones ante el Dinamo de Bucarest. Herrerín tiene todas las papeletas para seguir en la meta; con De Marcos, Etxeita, Laporte y Balenziaga en defensa; Vesga y Beñat en la sala de máquinas; tres por delante: Susaeta, Raúl García y Muniajn; y la referencia de Aduriz en punta. Williams es el que más posibilidades tiene de entrar, por Susaeta, en este caso para buscar velocidad supersónica de inicio. Tampoco se descarta que Lekue tenga carrete de inicio. Ziganda se lleva hoy a 20 jugadores. Aketxe pasa el corte, no así Sabin Merino, que se cae con respecto a la vuelta ante el Dinamo. Unai Simón figura como tercer portero por si acaso. Iturraspe y Yeray siguen de baja y entran todos menos, además de Merino, los consabidos Sola y Villalibre, y los jóvenes Córdoba y Núñez.
El duro partido del sábado ante el Alavés, suspendido por el árbitro en el minuto 88, sirve de banco de pruebas. “Sí vale sí, fue un partido fuerte, intenso, duro... sabemos lo que es aquello y tenemos que sacar un buen resultado para poder venir en ventaja y dejarlo apartado para LaLiga”, sostiene Mikel Rico. Bóveda tampoco se deja amedrentar por los ecos que llegan del ambiente ateniense: “Somos un grupo ya veterano en este tipo de partidos que se juegan fuera de casa”. Por último, Balenziaga coincide: “Tenemos que estar enchufadísimos. El ambiente va a ser brutal allí, pero tenemos que salir a mandar”.