El Madrid echa de menos a Pepe
Ha encajado ocho goles en los tres ‘bolos’. El año pasado su promedio fue de 1,2 por partido. Zidane apunta a “despistes” y “falta de concentración”.
Zidane ha identificado, al menos públicamente, los dos grandes males del Madrid en este inesperado inicio de pretemporada tan gris. “Despistes” y “falta de concentración”. Problemas, íntimamente relacionados, desde los que el francés ha explicado el por qué su equipo ha encajado ocho goles entre los tres ‘bolos’ veraniegos, una cifra impropia del equipo blanco aunque sea pretemporada. El Madrid de los cuatro títulos en la 2016-17 recibió sólo 1,2 por choque…
“No podemos reconocer que es un buen momento para nosotros”, decía el francés en las entrañas del Hard Rock Stadium. Son partidos amistosos, pero su equipo se va de la International Champions cup con un empate, dos derrotas y esos ocho goles en contra. También ofreciendo síntomas de una extraña endeblez defensiva. Varane alimenta las dudas tras no ha llenado el hueco de Ramos, al que se notó muy falto de ritmo contra el Barcelona, Nacho ha estado inestable y Vallejo, un novato, se ha encontrado con un momento difícil para debutar.El Madrid echa de menos a Pepe, que tras diez años como madridista abandonó el barco blanco este verano con destino al Besiktas turco. El portugués agotó el contrato y su deseo era continuar, pero no llegó a un acuerdo con el Madrid para continuar. El jugador quería firmar dos años y Florentino sólo le daba uno... El Madrid no le ha encontrado aún un recambio y pude que lo necesite.
El Clásico ha sido el ejemplo más flagrante. Durante la primera mitad, en la que ambos equipos sacaron sus mejores onces antes del carrusel de cambios, Keylor (el mejor del Madrid esta gira) fue literalmente acribillado. “Al minuto 7 ya nos habían metido dos”, relataba Zidane. Nueve disparos realizó el Barcelona, con Messi chutando las mismas veces (cuatro) que todo el Madrid al completo… “Perdimos demasiados balones fáciles”, fue otra más de las lecturas del técnico madridista. Tampoco le gustó que el City redescubriese la tradicional debilidad blanca a balón parado que parecía soterrada en la era Zidane.
Al marsellés le está costando lograr que su equipo se despoje del ritmo de amistoso veraniego y entre en algo parecido a la velocidad de competición. El año pasado, el inesperado 1-3 ante el PSG en el primer choque en Ohio despertó al plantel. Luego llegaron un 3-2 al Chelsea (se puso 3-0) y un 1-0 al Bayern. Esta vez no está siendo igual y se le acaban los días antes que lleguen las dos Supercopas.
