Checo Pérez lejos de la punta en los libres de Silverstone

El huracán parece haber pasado, el desastre, las casas sin techo, las calles inundadas y los árboles caídos son imágenes del pasado en McLaren Honda, la vida en la chabola, el campo de refugiados. Esa es la buena noticia. La mala es que, de momento, nos hemos mudado a un pisito de las afueras, con goteras y sin aire acondicionado, pero al menos podemos salir a pasear, dicen que incluso hay un pequeño parque enfrente de la casa. Y es que Fernando Alonso ya vive en la clase media, ahí con el resto de equipos que luchan por sacar la cabeza y ser vistos entre la multitud. Ahí está Williams, con su glorioso pasado, Renault, buscando recuperar los títulos perdidos, Force India, orgullosos vestidos de rosa con su motor Mercedes, Toro Rosso, el equipo B o C, según se mire, del búfalo rojo, Haas, otra escudería secundaria en este caso de Ferrari… y con ellos Alonso, el rey de reyes que destronado va cubriendo etapas soñando con un futuro que quizá no llegue nunca. Pero ahí está. Luchando.

Con la evolución de Austria que se ha perfeccionado en Silverstone hemos visto como el McLaren Honda con Alonso está justo detrás de los tres grandes, con alguno de la clase media por delante, pero otros por detrás, nada que ver con el principio de temporada donde se les descubría solo luchando con Sauber por no cerrar la tabla. Y poco más. Cuando se mantenían en pie. Honda ha traído una evolución, ya se vio en Austria que iba algo mejor y parece que se refrenda en Inglaterra. Finalmente Alonso noveno y Vandoorne, decimosexto. Y es que siempre es bueno tener al mejor jockey del mundo, aunque viajes en burro.

Por delante Bottas lideró la sesión por delante de Hamilton, aunque a menos de una décima. Al finlandés se le está poniendo cara de alemán y cuentan que se mira al espejo y se llama Nico a sí mismo. Tras ellos los dos Ferrari con Raikkonen mejor que su jefe de filas, el intocable líder Sebastian Vettel. Ambos mejorando a Verstappen y Ricciardo, los dos Red Bull, en seis primeras posiciones claramente que reflejan la calidad de cada coche.

Y es que los pilotos aparecen por la clase media. Ahí está Carlos Sainz, que tras dañar el fondo plano de su coche, regresó para ponerse undécimo por delante de Kvyat. Un clásico. El chaval de Sainz, cuentan, ya vive en piso propio y hasta tiene buenas vistas desde su ventana, aunque el casero es un tipo óscuro y que siempre anda enfadado. Gente gris vestida de azul…

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