Qatar cambia varios proveedores por la crisis diplomática

El Mundial de fútbol de Catar 2022 se ha visto obligado a buscar algunos proveedores nuevos a raíz de la crisis diplomática abierta hace un mes en el golfo Pérsico, desvela el director ejecutivo del departamento de Instalaciones de Competición del comité organizador, Ghanim Ali al Kuwari.

Las empresas de Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, Egipto y Baréin dejaron el proyecto del primer Mundial en tierras árabes a raíz del bloqueo económico impuesto por los gobiernos de esos países al pequeño emirato. "Les dimos la oportunidad de participar en el Mundial y nos han abandonado", lamenta el director ejecutivo.

El directivo asegura que los cambios no han afectado en modo negativo al proyecto mundialista, puesto que tan solo se han ido algunas constructoras "de segundo nivel", contratadas por las adjudicatarias de las obras en los estadios para llevar a cabo trabajos secundarios, como los acabados.

También dejaron el proyecto algunos proveedores de materiales básicos como cemento o gravilla, producto que hasta el mes pasado venía de Emiratos y ahora, de Omán, aunque el responsable del comité organizador no precisó el número de bajas. "La crisis ha sido positiva para nosotros porque hemos podido poner en práctica los planes de contingencia. Ocurra lo que ocurra, tenemos planes para continuar la construcción", dijo Al Kuwari.

Los proveedores más importantes, responsables del diseño de los estadios y del suministro de elementos de alta tecnología, como la iluminación por LED o el moderno sistema de refrigeración que los organizadores lucen como una de las joyas del Mundial de 2022, siguen en el proyecto. Los contratistas principales, que son europeos, "siguen trabajando en el lugar de las obras. Todos los trabajos están a su ritmo normal", garantiza Al Kuwari, con la tranquilidad que le confiere el plazo de cinco años que resta hasta que el balón ruede por el césped catarí.

Entre los que siguen se encuentran las empresas españolas que se encargan de parte de los diseños de los estadios y del suministro de los asientos, que, según Al Kuwari, serán de la más alta calidad. De los ocho estadios proyectados, ya se ha inaugurado uno, el Jalifa Internacional de Doha, que tras una completa remodelación abrió sus puertas el pasado mayo. Este estadio a cielo abierto ya ha estrenado el sistema de aire acondicionado que permite mantener la temperatura en la cancha a 20 grados, aunque en el exterior se superen con holgura los 40 en el inclemente verano catarí.

El año que viene está prevista la apertura del estadio Al Baid, de la ciudad de Al Jor, en el norte del país, además de los centros de entrenamiento, mientras que el resto de recintos de competición se entregará en su plazo, según garantiza Al Kuwari. El responsable catarí promete que, a pesar de los contratiempos ocasionados por la crisis diplomática, todo estará listo para 2022. "Haremos un Mundial inolvidable", afirma el directivo, que pretende sorprender al público y a los futbolistas por el lujo del diseño de los estadios y por la "experiencia de nuevas tecnologías", en especial, de nuevo, por el aire acondicionado, un bien indispensable en el golfo Pérsico.