Nunes vs Shevchenko 2: Las rencillas toman el octágono

En marzo de 2016 había una oportunidad por el cinturón del peso gallo femenino. Amanda Nunes y Valentina Shevchenko se la jugaban. Ambas eran luchadoras en progresión, sobre todo la brasileña. Ganó, pero la igualdad fue la máxima. Shevchenko llegaba desde el kickboxing y demostraba que podía hacer grandes cosas en las Artes Marciales Mixtas. Nunes se hizo con la victoria a los puntos, por primera vez en su carrera. Le costó, pero disputó el título ante Tate y le ganó. Después llegó Ronda Rousey y la vapuleó.

Dieciséis meses después de verse las caras, lo harán este sábado con muchas rencillas personales en liza. Nunes está nerviosa, o eso al menos apunta Shevchenko. La campeona lanzó un puñetazo en la rueda de prensa previa, "Creo que estaba fuera de control, no pudo manejar todos los nervios", apuntó la aspirante. Lo cierto es que Nunes aseguró tras ganar a Rousey que nadie podría derrotarla y pensó en subir de peso para emular a McGregor, pero sabe que la peruana (nacionalizada, nació en Rusia) le puede complicar mucho.

En su primer combate la distancia fue la clave. La gran experiencia de Shevchenko en kickboxing le hizo cerrar bien los huecos en su primer combate, apretó y percutió con fuerza. Nunes tiene una gran pegada, pero ese empuje le costó. Ahora, 'Bullet' buscará hacer la misma estrategia, convencida de que está en la buena dirección. "Fue una lástima no finalizarla la primera vez por el tiempo. Con un minuto más hubieses sido diferente. El sábado estoy segura que lo haré, tan pronto como pueda", asevera Shevchenko.

Nunes, por su parte, ha vivido una gran mejora en este año. Sigue teniendo esa pegada que puede cambiar el combate, pero su jiu jitsu también es muy peligroso, Nunes es más completa. Por ahí es por donde buscará llevar el combate, tiene mayor superioridad, pero no debe olvidar que la última victoria de la aspirante llegó por sumisión. La igualdad vuelve a ser máxima. En juego hay mucho: Nunes tiene una cuenta pendiente, por no noquearla, Shevchenko por perder. El título en liza; el orgullo también.