Dorial Green-Beckham es ‘liberado’ por los Eagles
El receptor no ha conseguido triunfar en Philadelphia y resulta una opción interesante para el resto de la NFL.
Cuando un jugador es escogido en la segunda ronda del draft, se le presupone un nivel de talento extraordinario para marcar diferencias en aquel equipo que le escoja. Es cierto que ha habido grandes hallazgos más avanzada la lotería del football, pero las expectativas que tienen esas altas elecciones son las que son: enormes e inmediatas.
Esas esperanzas que tenían los Philadelphia Eagles en torno a Dorial Green-Beckham han tenido un final más bien abrupto tras anunciar que el receptor ha sido cortado por la franquicia, dejándole libre para fichar con cualquier equipo de la NFL.
Una gran promesa
Lo cierto es que Dorial Green Beckham fue una gran apuesta por parte de los Tennessee Titans de cara a la promoción y le escogieron en la segunda ronda, pero tras un año errático acompañando a Mariota y compañía, el equipo decidió que era más productivo para sus planes de futuro hacer un intercambio con Philadelphia por Dennis Kelly justo antes de la temporada 2016.
Sin embargo, la posibilidad de combinar a un quarterback prometedor como Carson Wentz junto a Green-Beckham resultaba de lo más atractiva… salvo por el hecho que esa conexión casi nunca sucedió.
El wide receiver se tuvo que conformar con aportar 36 recepciones para 392 yardas y un par de touchdowns en 15 partidos. Lo más frustrante para los encargados de los Eagles fue una constante ‘atracción’ por el jugador por las malas rutas ejecutadas, los lapsus mentales y los pases que dejaba caer de forma incomprensible.
Cuando parecía que estaba a punto de dar ese salto cualitativo, volvía a las andadas para desesperación de los responsables.
Su última oportunidad en Philadelphia
Se decía que 2017 sería la última oportunidad de Green-Beckham de hacerse un sitio en los planes del club, pero la llegada de Torrey Smith y especialmente Alshon Jeffery le hizo bajar tantos peldaños en la posición que llegó a ser prescindible.
Nadie duda de las cualidades atléticas del jugador, pero sí de una ética de trabajo que no le ha llevado por el camino adecuado.
Si además se le suma que dos equipos ya han decidido mirar en otra dirección cuando se trata de esta antigua segunda ronda del draft, pues blanco y en botella.