El Azteca abucheó levemente el himno de Estados Unidos
Los silbidos sonaron, sobre todo, en los primeros compases de 'The Star Spangled Banner' y cuando finalizó.
La ceremonia de los himnos durante los partidos internacionales suele ser un termómetro para medir las diatribas políticas entre países, lejos del terreno de juego. La historia entre México y Estados Unidos, problemáticos vecinos, y su reciente disputa política, potenciada tras el arribo de Donald Trump a la presidencia, convierte los partidos de fútbol entre ambos en un espejo del sentir popular.
En Columbus, el pasado noviembre, primó la concordia en un ambiente enrarecido, justo en la semana en la que Trump llegó al poder. La cordialidad se repitió en las horas previas del cotejo. Mexicanos y estadounidenses convivieron en armonía a las afueras del Estadio Azteca; en varios casos, unidos por el desdén al polémico mandatario de la Unión Americana. La hermandad, sin embargo, se detuvo por unos segundos en cuanto sonó, a través de la megafonía del estadio, 'The Star Spangled Banner'. Los abucheos bajaron de la grada en cuanto las primeras notas comenzaban a escucharse. Sin embargo, el siseo se diluyó a medida que el himno se extendía y volvió en cuanto los 1,500 aficionados estadounidenses (estimado) terminaron de entonar el último verso.
El "And the home of the brave" fue enterrado por el abucheo del Azteca, aunque, durante la reproducción del himno, prevaleció el respeto.