¿Qué fue de Frank Rijkaard?: De los banquillos a la hostelería
El jugador neerlandés, auténtica leyenda en el Ajax y en el Milán, pasó por la Liga con más gloria como entrenador que como jugador.
Frank Rijkaard está entre los iconos futbolísticos mundiales desde los 80. Con un peinado característico, formó una pareja inolvidable con Ruud Gullit en la Oranje y en el Milán de Sacchi. Antes, triunfó en el Ajax en la Eredivisie y Europa y pasó por Sporting de Portugal y Zaragoza. En la actualidad, ha cambiado los banquillos por la hostelería.
Franklin Edmundo Rijkaard nació en Ámsterdam el 30 de septiembre de 1962, fruto de un matrimonio entre la holandesa Neel y el ex-futbolista surinamés Herman. El joven ingresó en las filas de la cantera ‘ajaccied’ y con solo 17 años Leo Beenhakker le hizo debutar en la Primera División neerlandesa. Rijkaard alargaría esta primera etapa en el Ajax hasta el 87, cuando dejó el equipo después de desavenencias con Johan Cruyff, técnico 'ajaccied' en ese momento.
Rijkaard firmó con el Sporting de Portugal con el que no llegó a debutar porque no pudieron inscribirlo en ninguna competición oficial al llegar en enero. Sin poder enfundarse la camiseta de los Leões, se fue cedido al Real Zaragoza. El equipo maño le sirvió como trampolín para poner rumbo al Milán.
En San Siro dio su mejor nivel futbolístico. Junto a su compatriotas Ruud Gullit y Marco Van Basten conformaron un Milan de época que dominó los campeonatos nacionales y continentales. Arrigo Sacchi fue el entrenador que intuyó en él la capacidad para ser pivote, haciéndole pasar de ser un buen central a uno de los mejores jugadores del mundo. En cinco años como rossonero levantó 10 títulos, entre ellos, dos Copas de Europa y dos ‘scudetto’.
En 1993 volvería al Ajax donde aportó veteranía en una plantilla joven y muy prometedora (Kluivert, Van Der Sar, Overmars, los De Boer, Seedorf, Davids etc) dirigida por Louis Van Gaal que le dio las últimas glorias europeas al Ajax hasta ahora. Fue precisamente al término de la final de la Champions del 95 en la que salió campeón ante el Milan cuando decidió colgar las botas.
Rijkaard también participó del último éxito de la Oranje, la Eurocopa 1988 celebrada en Alemania. Con la selección holandesa superó las 50 internacionalidades y participó en dos Mundiales y dos Eurocopas. Con la selección dejó una fotografía simbólica en la que aparecía escupiendo a Rudi Völler durante un encuentro del Mundial de Italia 90. Después de una fuerte entrada de Rijkaard sobre Völler, el holandés vio la amarilla y pasó cerca del germano aprovechando para escupirle en el pelo. Völler se quejó al árbitro del encuentro, no pareció convencerle y también vio cartulina. El pique no acabó ahí y Völler volvió a la refriega con Frank, consiguiendo que el árbitro se hartara decidiendo mostrarle la roja a ambos. Cuando el 9 alemán iba camino de vestuarios, Rijkaard volvió a esputar sobre su melena rubia en un gesto que los fotógrafos cazaron en el momento justo antes del impacto. Ese escupitajo se sigue considerando aún un gesto de venganza histórica en una rivalidad entre estos países forjada a partir de la Segunda Guerra Mundial y que se ha trasladado varias veces al verde. (Véase como ejemplo el apodo de La madre de todas las derrotas para la final europea perdida por la Oranje ante Alemania en el 74).
Como entrenador, empezó como asistente de Hiddink en el Mundial de Francia 98 y se convertiría en el máximo responsable de la selección neerlandesa poco después. Pasada la Eurocopa del 2000, que no consiguió ganar, le dejó el cargo a Louis Van Gaal. De la KNVB pasaría al Sparta de Rotterdam, al que no pudo salvar del descenso y de ahí, al FC Barcelona donde triunfó junto a los Ronaldinho, Deco, Xavi o Eto´o devolviendo al club culé a lo más alto en Europa y España. Además, puede lucir orgulloso como el entrenador que le dio la alternativa a Messi. Después de dos pasos poco fructíferos por Galatasaray y la selección saudita, abandonó el primer plano y se marchó a la Monteverde Academy de Florida para ayudar al desarrollo de sus jugadores y acercar el modelo europeo al fútbol norteamericano. El año pasado, decidió dejar de entrenar aunque ya hay varios clubes que han intentado convencerle de su regreso.
En la actualidad, es dueño del restaurante Dengh, situado en Utrecht y donde, según medios locales, se puede disfrutar de deliciosos crepes.
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