1x1 del Atlético: la pegada no salvó a un atascado Atlético
Las novedades en el once, Correa y Gaitán, no aportaron la frescura necesaria. Pero no es la derrota achacable a ellos. Al completo, el equipo estuvo sin ideas y sin ritmo.
Así fue la actuación de los jugadores del Atlético de Madrid en la derrota ante el Villarreal, en el Vicente Calderón.
Oblak. Rukavina le puso a prueba por primera vez en el 75' y blocó sin problemas. El partido corría plácido para él hasta el gol de Soriano, en el que poco pudo hacer. En realidad fue un encuentro en el que tuvo poco trabajo.
Giménez. Sacó el partido nuevamente. Asentado y sin dejarse apenas sorprender. Notable en defensa, se fue animando en ataque conforme avanzaba el partido y se veía confiado. Acabó metido en el campo rival.
Savic. Adrián apenas le puso en aprietos y cortó por lo sano cuando hizo falta. Incluso en el primer acto apareció para cabecear en el campo rival. Realmente fue un partido bastante cómodo para los centrales colchoneros, porque el Villarreal se estiró poco. La jugada del gol de Soriano fue casi la única vez en que pillaron a la línea mal parada.
Godín. Concentrado en prevenir para luego no tener que solucionar. Atento para no dejar a Sansone darse la vuelta, con buen timing en las anticipaciones y, un día más, con total autoridad en el balón aéreo y las pelotas divididas. No jugó un mal partido.
Filipe. Preocupado de Castillejo, mantuvieron un bonito duelo que terminó por casi anular a los dos. La custodia del extremo amarillo le encorsetó todo el partido. Apagado durante la mayor parte del mismo y con poca frescura, en el tramo final, con el marcador en contra, sí intentó sumarse.
Gaitán. El Calderón le esperaba, cada pelota que tocaba generaba la expectación de un crack que no ha terminado de aparecer. Quizá eso le aceleró, le faltaba siempre un toque preciso para culminar la jugada. Se afanó en ofrecer juego entre líneas, algo que viene faltando, pero no llegó a encontrar el tono necesario. Además, tuvo un mano a mano que Andrés le adivinó.
Gabi. En el primer tiempo barrió todo lo que no dejaban Savic y Godín, consolidando la línea que impidió en esa parte manejarse con comodidad a Trigueros y a Bruno. Pero con balón no fue capaz de hacer que la pelota circulara con la velocidad necesaria para sorprender a un Villarreal hermético.
Saúl. Fue el atlético con más llegada en el primer tiempo. Dejó un par de disparos y dio muestras de su poderío con varias conducciones con autoridad y fuerza, sin que el Villarreal pudiera siquiera tumbarle. Pero tras el descanso se fue apagando y perdiendo la paciencia para encontrar el resquicio entre el buen trabajo de la medular amarilla.
Koke. Mejoró en el centro tras un inicio sin participación en la izquierda. Encadenó rápidamente dos balones filtrados a Griezmann, el segundo casi acaba en gol. El Villarreal se parapetó bien y le costó que el equipo jugara con el ritmo necesario como para preocupar con regularidad a la defensa amarilla. Desdibujado.
Correa. Empezó bien, pero no concretó. Atento en el 10' cuando estuvo listo para aprovechar un error en la entrega amarillo. Andrés respondió bien a su disparo. A veces se perdía en demasiado juego de artificio, con maniobras buenas, pero que no obtuvieron resultado.
Griezmann. El Villarreal trataba de sujetarle y cuando arrancara que no tuviera espacios. Se las ingenió en un par de veces para encontrarlos. En defensa volvía a dar y en ataque a ofrecer. Sin embargo, poco a poco fue perdiéndose entre la maraña visitante. El Atlético esperaba su picadura salvadora, pero no llegó.
Sustituciones
Carrasco. Su salida fue interesante para el Atlético. Incisivo y peligroso por el costado izquierdo, pero un choque le dejó KO. Una lesión preocupante en el hombro por la que tuvo que ser sustituido.
Torres. Entró con buen pie en el partido, rematando a portería al poco de entrar. Sin embargo, poco a poco, el Villarreal consiguió frenar su embestida inicial y controlarle.
Gameiro. Saltó al campo y trató de espabilar al equipo tras el gol del Villarreal con velocidad y verticalidad. Un par de carreras y poco más. No cambió el signo del partido.
