El Tottenham Hotspur barrió este sábado en White Hart Lane a un apático Bournemouth (4-0) y metió presión al Chelsea antes de su encuentro del domingo ante el Manchester United (16:00 GMT). Mousa Dembélé (m.16), Son Heung-min (m.19), Harry Kane (m.48) y Vincent Janssen (m.90+2) vieron portería para los del norte de Londres, que se colocan temporalmente a cuatro puntos del líder, que mañana visita Old Trafford en el duelo estrella de la jornada 33 de la Premier. El Tottenham ha encadenado siete victorias consecutivas -las dos últimas con idéntico resultado (4-0)- y se ha asegurado prácticamente disputar Liga de Campeones la próxima campaña. Mauricio Pochettino introdujo dos cambios con respecto al 'once' que goleó al Watford la pasada semana: Kane y Kyle Walker regresaron a la titular, mientras que Janssen y Kieran Trippier fueron suplentes de inicio. El delantero holandés, negado toda la temporada de cara a gol, ingresó en el terreno de juego en los instantes finales y tuvo, por fin, recompensa a su trabajo, puesto que anotó su segundo tanto en la Premier -el primero fue de penalti-. El encuentro se decidió en sólo tres minutos, del 16 al 19 de la primera mitad, cuando primero Dembélé adelantó a los suyos con un tanto tras un saque de esquina y más tarde Son batió a Boruc por segunda vez después de una gran internada. La goleada la completó Kane a la vuelta de vestuarios. El internacional inglés, que se convirtió en el cuarto futbolista en pasar la barrera de los 20 goles en tres temporadas consecutivas en la Premier, tras Alan Shearer, Ruud van Nistelrooy y Thierry Henry, celebró su primera titularidad en un mes con un gol con la zurda después de revolverse dentro del área y quitarse de encima a un defensa. Con el tiempo ya cumplido, Janssen, quien había ingresado poco antes por Eriksen, tuvo recompensa a su trabajo y cerró el encuentro al mandar al fondo de la red con la derecha un disparo suyo que repelió Boruc. Este triunfo coloca temporalmente al conjunto de Pochettino a cuatro puntos del Chelsea, que visita el siempre complicado estadio de Old Trafforden el último encuentro de la jornada dominical.