Un milagro de ocho puntos

Lucas Alcaraz tenía la receta y ya le había formado más de un lío al Barcelona con el Racing de Santander y con el propio Granada. Pero ante los grandes no basta únicamente con un plan y una ejecución excelentes. También es preciso que el todopoderoso en cuestión ande algo disperso. Y Neymar y Suárez no permitieron que se echase de menos a Messi y no dieron opción a un Granada que mantuvo el tipo, pero al que le faltó presencia arriba. Alcaraz inundó el centro del campo de músculo y trató de ahogar la salida de balón del Barcelona. Pero Busquets vuelve a ser Busquets y hace falta mucho más que portentos físicos para frenar a Neymar y Suárez. Perdió el Granada casi todos los duelos individuales contra los dos ejecutores azulgrana y por ahí se le escapó el partido. Boga alimentó el sueño marcando el empate. Pero el Granada no aguantó.

El equipo rojiblanco es uno en casa y otro fuera. Y su milagro de este año exige que eso cambie. Si no, el descenso será irremediable. La permanencia se avista ya a ocho puntos desde Los Cármenes y el miércoles visita Riazor obligado a ganar para no decir adiós a Primera con muchas semanas de antelación. Todas las cuentas pasan por ganar seis de los nueve partidos que quedan. Entre ellos, el del Deportivo. Es más que un milagro lo que pretende alcanzar un Granada al que empiezan a agotársele las balas. Valencia, Celta, Málaga, Real Madrid y Espanyol aún deben visitar la ciudad de la Alhambra. Pero no bastará con hacerse fuertes en casa. No habrá salvación si no hay conquistas lejos de Los Cármenes.