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URUGUAY 1 - BRASIL 4

Show de Neymar y Paulinho en la remontada en Uruguay

El culé hizo un partidazo y sentenció el choque con una vaselina excepcional. Paulinho logró los otros tres para darle la vuelta al tanto inicial de Cavani tras fallo de Marcelo.

Neymar dio una exhibición.
ANDRES STAPFFREUTERS

Brasil avista el Mundial tras una exhibición de Neymar al alcance de muy pocos, una goleada allí donde nadie había ganado, un impulso definitivo que le confirma como el mejor equipo de Sudamérica. Los de Tite lograron domar una Uruguay extrañamente desfigurada, pese que la fuerza de su localía le hizo salir con las garras afiladas. Nadie en el Centenario había conseguido ni siquiera puntuar. Brasil lo sabía y tuvo que aplicarse duro. Y eso que le penalizó de entrada Marcelo, que tuvo un error impropio de su categoría en el 1-0 en contra de su equipo. El lateral madridista quiso ceder con el pecho a Alisson pero en el camino se cruzó Cavani, que forzó un penalti que él mismo transformó.

Brasil se vio por detrás en el marcador después de mucho tiempo y tuvo que recurrir a su mejor arma para revertir la situación: Neymar. El jugador del Barça mantuvo el nivel extraordinario de los últimos meses. Salió hacia dentro con fluidez y se marchó de cuantos defensores se fue encontrando. En la primera de sus cabalgadas Brasil estuvo cerca de empatar; en la siguiente, en combinación con Paulinho, logró poner las tablas. El jugador de Guangzhou se sacó un zapatazo desde fuera del área que se coló por la escuadra de Silva. Un golazo propio de un futbolista que con Tite ha dado siempre su mejor nivel.

El show de Neymar no terminó ahí. Mantuvo a raya a Maxi Pereira y propició otra ocasión que abortó Godín cuando el remate de Casemiro se colaba en la portería. Uruguay, sin tanta producción ofensiva, se reservó para lo suyo: el balón parado. A punto estuvo Matías Vecino de marcar al borde del descanso en un falta lateral. Aún es difícil de explicar cómo se marchó fuera su remate.

Superioridad brasileña.

Pero esta Brasil rocosa de coraza en mediocampo está para cotas altas y una de ellas es remontar un resultado adverso en el Centenario. Con un Casemiro excepcional, en la línea del que se está viendo en el Madrid, el equipo de Tite aguardo paciente a que llegara su momento para lanzar un zarpazo al rostro uruguayo. Firmino, que jugó de nueve por el lesionado Gabriel Jesús, se revolvió al borde del área y su disparo abajo lo salpicó Silva a los pies de Paulinho, que aparecía por ahí para empujar como hace siempre.

Al buen partido de Brasil le faltaba la guinda de su mejor futbolista, uno llamado a marcar época. Neymar tenía que ser. Un balón largo al espacio de la defensa lo convirtió en una obra de arte en forma de vaselina. Su partido de dibujos animados cobró mayor dimensión con esta maravilla, su gol 51 en lo que lleva de trayectoria con la selección brasileña. Ya sólo está a cuatro de Romario y por delante le quedan Ronaldo y Pelé.La fiesta fue total cuando en el descuento Paulinho rubricó su gran partido con un hat-trick en la última acción del choque. Palabras mayores para una Brasil y un Neymar que conquistaron Montevideo y ya acarician el Mundial. Un Mundial que a día de hoy no se puede concebir sin Ney. Imposible.