Marruecos fracasa ante la RD Congo y se complica el pase

La historia de Marruecos en las Copas de África sigue teniendo un tono pesimista en los últimos años que ni con Hervé Renard tiene visos de cambiar. El técnico más reputado del Continente, campeón con Zambia en 2012 y con Costa de Marfil en 2015, llegó para devolver la grandeza a un conjunto con incuestionable talento, pero la primera prueba exigente desnudó sus carencias. El técnico francés optó por una línea de tres centrales que no dio más firmeza atrás al equipo y además le quitó un efectivo muy necesario más en ataque. Todo fue un despropósito en el debut marroquí, desde el resultado hasta la forma en la que terminó el partido ante diez jugadores congoleños y uno de ellos lesionado.

Todo pudo cambiar si en la primera jugada del encuentro Boussoufa hubiera acertado con un tiro lejano que se estrelló en el larguero. El menudo mediapunta fue el mejor futbolista de su equipo sin discusión, pero no encontró socios con los que sacar más petróleo a todo su potencial. Bouhaddouz estuvo muy aislado en la punta del ataque y, aunque se asoció bien, no pudo hacer daño a la poderosa defensa de la RD Congo. En la otra portería, el susto más grande lo dio Bakambu con un golpeo lejano con demasiada parábola.

El choque cambió cuando los congoleños lograron adelantarse. Un tanto de Kabananga, que se movió muy bien durante todo el encuentro entre líneas, activó esa sensación de ansiedad en los marroquíes, incapaces de generar juego pese a contar con futbolistas como para hacerlo. Renard movió ficha y metió a El Arabi para cargar el área y a Fajr por la derecha para abrir el campo. El choque se inclinó hacia la portería de Matampi, más aún cuando Mutambala fue expulsado. Incluso terminó defendiendo el conjunto de Ibenge casi con nueve, pues uno de sus hombres cayó lesionado. El Arabi pudo empatar en un cabezazo, pero no fue así y el debut se cerró con otro nuevo tropiezo de Marruecos que refleja sus problemas, también potentes en esta Copa de África.