Las gemelas Mónica y Sabrina Flores, divididas entre México y Estados Unidos por el fútbol

El fútbol suele ser buen pretexto para unir aficionados, familias y amigos alrededor del balón, y fue así para las gemelas Flores en el Mundial Sub 20 Femenil… pero como rivales en la cancha. Mónica y Sabrina son seleccionadas nacionales y han compartido toda una vida; estudian medicina en la Universidad de Notre Dame y juegan juntas en el equipo representativo de su escuela. Sin embargo, cada una de ellas representan a países distintos cuando se trata de fútbol.

Nacidas en New Jersey, Estados Unidos, las defensoras cuentan con doble nacionalidad gracias a que su padre es de origen mexicano. Sabrina ha defendido los colores de las Barras y las Estrellas desde el 2011, cuando tenía 15 años. Mónica tuvo la misma oportunidad, pero optó por representar al Tri, objetivo que logró en su representativo Sub-20. La rivalidad entre ambas naciones en el balompié, ahora la viven ellas como rivales en la cancha.

El primer torneo de Mónica con México fue el premundial de Concacaf en 2015, competición en la que por azares del destino, se toparía a la selección de Estados Unidos, y con ello, a su hermana gemela: “Ya nos había pasado esto una vez jugando en contra en el pre-clasificatorio de CONCACAF hace casi un año. Es curioso que suceda esto, pero no importa, yo siempre voy a dar todo lo que tengo que dar sin que nada me importe”, señaló Mónica para el portal de la FIFA.

Aquel encuentro terminó con empate 2-2 con las gemelas como titulares, pero la historia entre ellas, apenas comenzaba. Hoy, México y Estados Unidos jugaron por el pase a las semifinales del Mundial Sub-20 de la FIFA en Papúa Nueva Guinea. Ambas en el once inicial, su saludo previo al partido le dio la vuelta al mundo; las gemelas estaban divididas por el fútbol.

“Me va a resultar un poco raro hablar con Sabrina antes del partido, así que trataré de no alargar mucho la conversación para seguir enfocada en lo que tengo que hacer. Pero claro que me acercaré y le desearé que tenga un buen partido, que gane el mejor equipo de la cancha”, señaló la ‘mexicana’ previo al esperado juego.

Lamentablemente, a Mónica no le acompañó la suerte. El Tri cayó en el minuto 93 después de dominar la mayoría del encuentro. Su llanto era de esperarse por la triste eliminación, pero como siempre, su hermana estuvo ahí para consolarla en los momentos más difíciles.

Seguramente, el fútbol les aguarda muchas más momentos como este. Mónica, a sus 20 años, ya es contemplada para la selección mayor de su país, mientras que Sabrina espera lo propio con las actuales campeonas del mundo. El Fútbol es un buen pretexto para unir aficionados y familias en el mundo; las gemelas Flores son muestra clara que el fútbol las divide para nunca separarse.