El deporte manchego está vivo
El Encuentro con los Ases nos llevó hasta mi bendita tierra manchega. Puertollano forma parte de mi imaginario infantil porque aún resuenan en mis oídos los goles que metían Odair y Chone con el Calvo Sotelo en su lucha por ascender a Primera División. El cartel era de lujo con el saltador Javi Bermejo, el gran J. J. Hombrados (¡sigue parando con 44 años!) y mi admirado Alberto Rivera. Riverita sigue siendo el futbolista más joven en la historia del Real Madrid en meter un gol en partido oficial y ojalá le dure muchos años. Mis paisanos se interesaron por las vivencias y experiencias de estos tres deportistas ejemplares. En La Mancha no tenemos por desgracia tantas oportunidades de disfrutar de la élite del deporte, aunque de esta ciudad han salido otros ilustres como Cañizares y Luis Casimiro. También me gustaría que se arreglara de inmediato el problema que hay entre los dos equipos de Puertollano, porque esa triste escisión lo que hace es debilitar la posibilidad del anhelado regreso del fútbol puertollanense al sitio que merece.
Me quedo con la sencillez de Bermejo, un chaval que con 13 años ya era capaz de superar los 1,92 metros en salto de altura. Qué barbaridad. O la humildad longeva de Hombrados, que va a batir el récord del Loco Gatti al que el fútbol dejó con 44 años. Y ese Rivera cuyo mayor orgullo no es haber hecho historia con el Madrid, sino haber contribuido a los meritorios ascensos del Levante y el Elche. La Mancha también existe y pasar por Puertollano fue una experiencia maravillosa. Uno nació en este tierra hace 51 años y no les voy a negar que siempre nos hemos sentido un poco apartados a la hora de hablar del star system del deporte. Pero nos gusta sentirnos así. Es el espíritu de El Quijote.