Aldo Donelli torturó a México en la Roma fascista
El primer partido oficial entre Estados Unidos y México resultó favorable a la selección de 'Las Barras y las Estrellas', que clasificó al Mundial de 1934.
"Booting Buff", le llamaban los periódicos de Pensilvania. Nació en Morgan, aprendió a jugar fútbol cerca de las minas de carbón de su tierra natal, y se convirtió en una de las primeras (y olvidadas) leyendas del balompié estadounidense, a costa de la Selección Mexicana.
Aldo Donelli forjó su poderosa pierna izquierda en las ligas amateurs de Pensilvania. El Heidelberg Soccer Club disfrutó de su potencia, capaz de anotar cinco goles en un partido o de perforar las redes en cuatro ocasiones en menos de ocho minutos. Gran parte de sus hazañas califican como leyendas, en tanto los reportes periodísticos que las reseñan no han sido capaces de confirmarlas. Por supuesto, sin misterio no hay leyenda.
Donelli compaginó las porterías con los emparrillados. El poder de su pie zurdo lo llevó a las filas de Duquesne University, donde se encargó de los intentos de gol de campo y de las patadas de despeje. Los rumores sobre la certeza de sus disparos llegó a oídos de la Asociación de Fútbol de Estados Unidos, que le hizo llegar la invitación para formar parte del seleccionado nacional que debería viajar a Roma para disputar, a un partido, el pase al Mundial de Italia.
¿Eliminatoria de Concacaf en Italia? Sí, el fútbol era más arcaico en sus preámbulos. Sucedió, como relata Carlos Ramírez en su libro "11 décadas del fútbol mexicano", que México había logrado el boleto para Italia, pero la FIFA aceptó fuera de tiempo la inscripción de la federación estadounidense para participar en la eliminatoria. Para dirimir la polémica, el organismo entonces dirigido por Jules Rimet decidió que el pasaporte para acceder a la Copa del Mundo de Italia debería decidirse a partido único entre México y Estados Unidos, cuatro días antes del inicio del campeonato.
Donelli fue la figura excluyente del encuentro. 24 de mayo de 1934. 10,000 personas en el Estadio del Partido Nacional Fascista incluido, según un reportaje de The Guardian, Benito Mussolini, quien sería testigo privilegiado (por interés e insidia) del campeonato mundial. Donelli marcó cuatro tantos e incluso se dio el lujo de fallar un penalti. A su hazaña no le hizo justicia el reporterismo de su terruño; el New York Times confirió un hat-trick a Thomas Florie y el tanto restante a Nielsen. Años después recordó el encuentro en un libro de Tony Cirino, "U.S Soccer vs. The World": "México tenía un ataque sin imaginación, muy predecible (...) No eran muy rápidos". Manuel Alonso y Dionisio Mejía habían marcado los goles mexicanos. La desazón. La humillación, la primera que endosó Estados Unidos a México.