Chicharito y el Bayer se meten en un problema

Leverkusen y Tottenham tuvieron más miedo que ambición en un duelo que posterga su desenlace en el grupo, en el que ahora mismo ocupan los dos últimos lugares. Fue un partido con reservas, más marcado que alegre, y que pudo decidirse por detalles que nunca llegaron a cuajar. Chicharito no encontró la meta pero tuvo opciones; destaca una muy clara mediado el segundo tiempo, cuando su remate franco no rebasó la línea de gol por poco. El uso de la tecnología eliminó las dudas.

El primer acto tuvo a un Tottenham más incisivo, lejos de su mejor versión pero al menos con presencia en campo contrario, algo que no se vio en sentido opuesto. Dele Alli, con un cabezazo, y Janssen pudieron incluso poner por delante a los de Pochettino, aunque hubiera sido más premio que merecimiento. 

Al Leverkusen le costó carburar y no lo hizo hasta que Schmidt movió el banquillo. En el descanso dio entrada a Baumgartlinger por Çalhanoglu y el centro del campo poco a poco empezó a ser más poderoso. El conjunto local se activó con el austriaco multiplicándose en la zona ancha. Era cuestión de que Chicharito estuviera tan acertado como de costumbre, pero en las pocas ocasiones en las que pudo zafarse de Dier y Vertonghen no encontró la portería inglesa.

Al Tottenham le entró el miedo y comenzó a valorar el punto como oro. Se limitó a acurrucarse en su campo y cedió la responsabilidad al Leverkusen. Así, en otra oportunidad Kiessling pudo batir a Lloris, pero tampoco anduvo fino, al igual que el central Toprak cuando se encontró en terreno poco conocido. Era día para sacar el paraguas y no empaparse. Lo sabían los técnicos, que obraron en consecuencia quitando a artistas como Lamela y Chicharito para no descomponerse. Nadie perdió, que era de lo que se trataba. Y de este modo se prolonga una historia que para ambos aún tiene muchas páginas por escribir. El Bayer quedó en el tercer lugar del grupo E, con tres unidades. Tendrá que remar.