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MOTOGP | GP DE JAPÓN

Márquez: "En el box oí: si este año ganamos será un milagro"

"Cuando vi que Rossi se había caído pensé en apretar hasta el final y cuando me indicaron que Lorenzo se fue al suelo, fue difícil concentrarme", dijo.

Motegi
Márquez: "En el box oí: si este año ganamos será un milagro"
KIMIMASA MAYAMAEFE

Primeras palabras de Marc Márquez después de proclamarse campeón del mundo de MotoGPtras ganar el Gran Premio de Japón. "Es increíble, una sensación fantástica. No me lo esperaba", dijo el español antes de subirse al podio. Después atendió a los medios desplazados con una sonrisa de oreja a oreja, la típica de jocker que tan bien sabe poner, en una larga rueda de prensa.

-Ya le dije que había una posibilidad de ser campeón en Japón y no la quería tener en cuenta...

-La verdad es que no me esperaba para nada ser campeón, cuando he cruzado la línea de meta lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido: 'No habrá nada preparado, pero bueno, no lo celebramos'. Pero luego he visto a mi hermano y a José en la tercera curva y cuando he llegado al corralito ahí sí que ya el equipo lo tenía todo preparado, cartulinas, camisetas, pancartas... Es increíble, no me lo esperaba.

-Give me five dice esa camiseta (choca los cinco). ¿Sigue teniendo muy presente los títulos anteriores a pesar de haber conquistado ahora mismo el quinto ya con sólo 23 años?

-Está claro que aquí no regalan nada y al final se cuentan todos los campeonatos y la verdad es que poder decir que tengo cinco campeonatos mundiales con 23 años es una cosa importante, pero tampoco quiero que se frene aquí, quiero seguir con la misma ambición de siempre.

-¿Cuál es el techo, porque Doohan fue pentacampeón pero con 33 y usted tiene 23?

-¿El techo? Yo creo que la clave es no ver un techo, al final tienes que ir año tras año, disfrutando, aprendiendo como aprendimos el año pasado y ya veremos qué pasa, pero está claro que cuantos más mejor, aunque ahora de momento vamos a saborear éste, que es muy importante. Luego ya veremos, pero el techo... Lo importante es no ponerse un límite.

-Ha reconocido que algo de presión sí que ha habido este año, ¿en qué sentido?

-Sí, pero no puedo dar pistas a los rivales. Bueno, en la pretemporada, después del test de Qatar, en la carrera de Qatar y en Le Mans. Todas esas veces en las que nos costó algo, que veía un poquito cuesta arriba el tema, pero ahí sí que me llegaron a decir algunos dentro del equipo: '¡Eh tú, sonríe que tú puedes!, que lo que has hecho hasta ahora no ha sido casualidad y todos somos humanos'. Me podéis ver sonreír, esto y lo otro, pero al final presión estaba ahí y yo mismo me la puse, porque después del año pasado, con los errores que cometí y como acabó el año, quería ganar éste.

-¿Cree que en Italia se hablará hoy de biscotto?

-(Sonrisa). Bueno, es una palabra que hoy quiero olvidar y, al final, se ve lo que es el motociclismo, que todo el mundo quiere dar su ciento por ciento, todo el mundo intenta ganar, incluso Jorge, que quizás le valía con un segundo o tercer puesto para luchar por el subcampeonato se ha caído. Esto es motociclismo y aquí todos dan el máximo.

-¿Qué ha pensado cuando ha visto 'Lorenzo out'?

-He hecho una vuelta ahí que si daba otra igual no acababa porque no me acordaba ni de reducir marchas. Iba siempre calculado, siempre frenando en los mismos sitios, pero en esa vuelta me he desconcentrado totalmente. Luego ya sí que en las dos últimas vueltas me he vuelto a concentrar para mantener, he vuelto a ir al límite porque he pesando que así, al límite, sí que estaría concentrado, porque ves el peligro y ya está y cuando he cruzado la línea de meta ha estallado la emoción.

-¿Tal y como fue la pretemporada pensó que sería imposible o nunca ha dejado de creer?

-(Sonrisas). Bueno yo escuché en el box a alguno decir: 'Si este año ganamos será un milagro'. Pero recuerdo una reunión con los ingenieros de Honda a los que les dije que cambiaré mi mentalidad y sumaré puntos, pero que me tenían que ayudar y a mitad de temporada como máximo tenían que traerme algo. Han ido poco a poco pero bien. En Brno llegaron unas alas, luego el lunes probamos cosas de electrónica que nos ayudaron un poquito y es lo que les pedía, sólo un poquito más para los circuitos en los que nos va bien poder ganar.

-¿Pero se creyó que los japoneses lo harían?

-Bueno yo también les prometí que cambiaría y no lo tenía claro que cambiaría. (Risas). Así que tu prometes sin saber lo que luego pasará, pero sí, al final he confiado en Honda siempre, incluso renové el contrato cuando peor estábamos con la moto. Ahí también era fácil pensar en cambiar, pero mi cabeza y mi corazón están en Honda y siempre he confiado en ellos.

-¿Ha habido algún ritual distinto hoy por la posibilidad de ser campeón?

-No, no, ha sido todo igual que en el resto de las carreras, ni se ha hablado ni se ha mencionado esto.Sólo recuerdo que José, antes de salir de la oficina, que a él no le gusta nada hablar de esto me ha dicho: 'Bueno, que sepas que estamos en la tercera curva, pero ya está'. (Se lo ha dicho a toda prisa).  Y yo le he dicho que vale. Normalmente, cuando estás más nervioso vas más veces al baño y hoy he hecho el mismo ritual de siempre, desayuno, baño, circuito, las mismas veces, no ha cambiado nada.

-¿Empieza el 2017 ya en Australia y a que rival teme para el próximo año?

-Hay mucho cambio, pero primero habrá que desmelenarse un poco. En alguna carrera seguro que volverá el Marc de antes, para ver si podemos ganar alguna más y luego en Valencia ya veremos. Hay mucho cambio imprevisible, pero nosotros estamos centrados con el motor nuevo también y el de este año para tenerlo de opción. Hay pocas cosas que se pueden ir mejorando, pero intentaremos dar un pasito.

-¿Habrá karaoke en la celebración?

-Algo habrá, que organicen algo ya.

-¿La pequeña lucha con Valentino al principio ha sido de lo mejor de la temporada?

-Sí, sí, la verdad es que sí. He visto a Valentino al principio de la carrera un poco nervioso, ha salido mal, cosa que nunca hace, luego me ha adelantado dos o tres veces, que normalmente, al principio de carrera no se hace. Se colaba de frenada e iba al límite y he dicho, esta pelea no me conviene, pero sí que en el adelantamiento éste del cambio de dirección me he inspirado (risas) y he pensado: 'Ahora tiro que se habrá enfadado...'.  (Más risas).