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Río 2016

Gran tarde de Paola Espinosa que se queda cuarta en clavados

La clavadista mexicana no logró entrar al podio, pero hizo una actuación de alto nivel para quedar sólo por detrás de las potencias en la categoría. Un ¿adiós? fantástico a los JJOO.

Río de JaneiroActualizado a
Gran tarde de Paola Espinosa que se queda cuarta en clavados
MIKE BLAKEREUTERS

Paola Espinosa tuvo una tarde increíble en el Centro Acuático María Lenk y aunque no alcanzó un lugar en el podio, su actuación fue destacada y compitió mano a mano con las grandes exponentes mundiales de los clavados. Quedó en cuarto lugar y tuvo un ascenso fantástico durante la competencia. ¿Su retiro? No está anunciado, pero es un seguro adiós a los Juegos Olímpicos.

La clavadista mexicana tenía una tarea difícil desde antes que la final comenzara. Había clasificado en último lugar (12) a la final de los clavados y la presión sería un factor, sin duda. Pero al momento de subir a la plataforma de los 10 metros, Espinosa se olvidó y sacó el mejor repertorio que tenía para luchar por una medalla. Su lugar en la clasificación la obligaba a abrir cada ronda, lo que también ayudaba a quitar un poco de presión.

Su comienzo no fue tan potente como se hubiera esperado. Un clavado de 66.00 la dejaba penúltima (11) y muy lejos de una medalla, pero siguió su rutina, el plan trazado y no se preocupó. Se le veía tranquila detrás de la plataforma. Sabía que ya no tenía nada que perder y eso le ayudó.

En la segunda ronda Paola tiró un clavado de 75.50 que le ayudó a ascender dos lugares y posicionarse como novena. Comenzaba el ascenso espectacular de Paola, que no le permitiría la medalla, pero sí irse con la cabeza en alto sólo por detrás de las mejores.

Dos clavados de 81.60 le dejaron en los primeros puestos, la esperanza de medalla era latente y el público se mantuvo expectante, la prensa también. Espinosa seguía con su cara tranquila, sin nerviosismo y sin presión; al menos eso se veía. Ya estaba cuarta y eso era todo un logro luego del comienzo complicado que había tenido desde la primera ronda clasificatoria, desde la semifinal e incluso su comienzo en la serie final. Y aunque el cierre no fue del todo mágico, un 72.00 no era malo para cerrar con 377.10 puntos totales.

Si éste era el adiós de Paola Espinosa de las plataformas y de las fosas, no hubo mejor manera de cerrarlo. Pedirle la medalla era ser abusivos, exigentes y exagerados. Era casi imposible ante las rivales que tenía al lado. Quizás esos 12.10 puntos que la alejaron del tercer lugar pudieron haber sido los de ese primer clavado, pero los supuestos siempre son fáciles con los resultados ya cerrados. Un cuarto lugar fantástico para coronar 10 finales olímpicas y dos medallas. Una medalla más era la gloria, pero no se pudo. Un cuarto lugar importante y así le dice adiós a la máxima competición. ¿A los clavados? No sabemos…