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RAÚL CON AS, (TERCERA PARTE)

“No estaría mal que el Madrid cogiera una franquicia en la MLS”

“LaLiga no es sólo Madrid y Barça. Han irrumpido otros equipos con mucha fuerza. Nuestro fútbol es una referencia a nivel mundial y hay que aprovecharse de eso”. Ese es el discurso del nuevo Raúl, el flamante Country Manager de LaLiga.

“No estaría mal que el Madrid cogiera una franquicia en la MLS”
FELIPE ULLOA

Raúl llega a nuestro encuentro sólo unos minutos después de lo acordado. Su reunión en el centro de Manhattan con unos ‘sponsors’ que hablan con LaLiga se ha demorado más de lo previsto. Su actividad es frenética. ¿Qué estrategia puede seguir LaLiga en EE UU?

—Aquí todo el mundo sabe mucho del Madrid y el Barça porque son dos marcas mundialmente conocidas. Pero LaLiga como tal tiene mucho recorrido. Hay que trabajar y sembrar. LaLiga no es sólo Madrid y Barça, ahora ha irrumpido con fuerza el Atlético, el Sevilla, que ha ganado tres Europa League, el Villarreal, que llegó a semifinales… Hay muchos más equipos brillantes en España.

—¿Pero cómo puede aumentar La Liga sus beneficios en EE UU?

—Lo importante ahora es desarrollar la marca. La estrategia es desarrollo de marca puro y duro. Luego, los ingresos se verán aumentados. Tenemos nuestro broadcaster, que es beIN Sports, que está ayudando mucho a mejorar nuestra imagen a nivel global…

—¿Quién es nuestra competencia en EE UU?

—Hay mucha, es cierto. La Premier League, que es NBC con Univisión y ESPN… Esos son broadcasters muy fuertes.

—¿La Premier es inalcanzable para LaLiga?

—Vinieron mucho antes, han sabido vender su marca… Nosotros casi acabamos de empezar y hay que decir: “Señores, tenemos la mejor Liga, en ninguna otra se juega al fútbol como en la nuestra. Y si no mire la Eurocopa, nadie tuvo un estilo como el de España. A lo que jugamos en nuestro país es diferente, único. Por otro lado, somos una potencia en cuanto a entrenadores, que aquí están faltos de ellos, de directores deportivos, de las categorías inferiores, algo de lo que aquí están también muy carentes…

—¿Cómo podemos aprovechar todo eso?

—Somos una referencia mundial. Y con esa carta de presentación intentamos llegar a acuerdos con ligas y federaciones. Lo que pasa es que hasta hace tres o cuatro años no habíamos salido a vendernos así. Después del desarrollo de la marca, vendrán los sponsors y, como consecuencia, el encarecimiento de los derechos.

—¿Ve sentido a la compra de un club en EE UU del Rayo?

—Depende, hay clubes que se han movido...

—¿Tendría sentido que el Madrid lo hiciera?

—Bueno, si en algún momento cogiera una franquicia no estaría mal. El caso es mirar los números, porque la inversión en grande. El Manchester City lo hizo porque tenía una estrategia mundial. El jeque tiene un equipo en Abu Dabi, luego tiene otro en Australia, otro en Japón… Es algo global.

—¿Y los otros clubes españoles?

—Madrid y Barcelona podrían tener esa capacidad, por su poder económico. El Atlético, por ejemplo, se ha colado en un equipo en Francia e incluso creo que ha estado por aquí alguna vez viendo y queriendo conocer cómo está el tema. Puede haber esa posibilidad en el futuro, pero hay que madurar la idea mucho más.

—¿Puede el fútbol competir en EE UU con la NBA, el béisbol o el fútbol americano?

—De alguna manera ya está compitiendo. La MLS y demás ligas han mejorado mucho, es una realidad. El año pasado hubo una media de 21.000 espectadores por partido en los estadios. Hay equipos que meten incluso 45.000.

—¿Se llenan los estadios?

—Y están haciendo una cosa buena. Construir estadios propios para el fútbol donde antes no los había, se jugaba en los de fútbol americano. Está claro que será difícil poder con la NBA o la NFL. Pero creo que con el béisbol o el hockey sobre hielo, puede competir.

—¿Hockey sobre hielo?

—Yo me he aficionado mucho, sí. Había visto ya algún partido en Alemania, en Dusseldorf, estando en el Schalke. Pero hay que ir un día al Madison para ver a los Rangers, ver el ambiente... Es un deporte muy dinámico, activo. A veces ni ves la pelota y la tienes que intuir.

—¿Pero usted lo juega?

—No, no, no… Disfruto como aficionado. Los playoffs terminaron hace unas semanas. Son partidos duros, de mucho contacto, que gusta ver.

—¿No es un problema que haya dos Ligas de fútbol en EE UU, la MLS y la NASL?

—Hay demasiadas, sí. Pero bueno, es un poco la cultura americana. No hay ni ascensos ni descensos, las franquicias van costando cada vez más. Hay que hacer una gran inversión para tener una, y las segundas o terceras ligas quieren estar ahí, pero no tienen ese capital que es necesario.

—Hay una élite inaccesible...

—Es una guerra que está ahí y que va a durar mucho tiempo. Yo, por el conocimiento que tengo, veo complicado que se unifiquen. En la MLS los dueños de los equipos han invertido mucho dinero. Cada vez hay más franquicias que van entrando. Este año creo que serán tres: Miami, que promueve Beckham, es una de ellas. Lo ideal sería que en cinco o diez años hubiera ascensos y descensos, pero eso no va con la cultura americana.

—¿Vio la Copa América?

—Intento ver todo lo que puedo. Me sigue apasionando. Hubo cosas importantes, como la goleada de Chile a México, que fue algo histórico y un drama para México. Imagínese, México juega más partidos de su selección aquí en EE UU que en su propio país. Mucha de su población reside aquí. Y la eliminación de Brasil fue muy sintomática...

—¿Dónde se juega el mejor fútbol ahora en Sudamérica?

—A mí el fútbol que más me ha gustado en los últimos años ha sido el de Chile, con Sampaoli. Él siguió con paso firme el camino que había marcado Marcelo Bielsa, y es la selección de la que en los últimos años he intentado no perderme ningún partido, porque disfrutaba. O sea, me gustaba lo que veía. Y con Pizzi la historia continúa…

—(La entrevista se realizó con la Eurocopa en juego y España disputándola, con Iniesta en plan estelar). ¿Qué lugar tiene Iniesta en el fútbol español?

—Es de los mejores de la historia. Está en el podio, seguro. Iniesta es un jugador especial. Todos los futbolistas hemos querido jugar como él. Ver el fútbol como él.

—¿Sí?

—Yo he jugado muy poco con él, pero siempre que lo hice para mí era muy fácil entenderme. Porque te veía. Como delantero hacías un movimiento y sabía cómo echarte el balón, a la velocidad precisa, para darte ventaja. Es un jugador de clase mundial. Y una persona humilde que quiere pasar desapercibida. Pero no lo hace porque todo el mundo le quiere y le respeta. Ojalá que siga en ese nivel en su club y en la Selección.

—¡Qué difíciles son las transiciones! La Selección vivió una con la marcha de Raúl y en esta Eurocopa ha sucedido algo parecido con Xavi, Xabi, Villa…

—Son difíciles y ley de vida. Y uno lo tiene que tomar con naturalidad. Es trabajo del seleccionador del momento.

—No se moleste: ¿se quitó la Selección un lastre mental cuando usted la dejó?

—Mi situación no ayudaba en nada, eso está claro. Yo me mantuve ajeno todo lo que pude. No podía hacer más de lo que hice...

—¿No pedía jugar?

—Estuviese más o menos de acuerdo con lo que pasaba, asumí lo que había. La Selección asumió que el equipo es lo más importante y supieron hacer un grupo fuerte, y empezaron a ganar. Pero mi generación y otras también estuvieron cerca y se escapó en una tanda o por mala suerte. Y a partir de ahí, todo ese potencial que se le veía al fútbol español desde hacía tiempo explotó, hemos brillado estos años y somos el referente mundial, sin ninguna duda.