5 errores comunes en la alimentación de los hijos

Los niños tienden a ser especiales con la comida, no todos los alimentos les agradan mientras que otros los quieren a diario. Esto es parte normal de su desarrollo pero por esa razón los padres se enfrentan diariamente al desafío de enseñar a los niños a alimentarse bien.

Si desde el principio le transmites buenos hábitos y previenes algunos errores, esta educación alimentaria te resultará más fácil ¿Quieres saber cuáles son los errores más comunes?

1. Ofrecer jugos envasados.

Un error grande es creer en los anuncios comerciales que publicitan los jugos envasados como saludables. Un jugo envasado, así diga la etiqueta 100% natural, no sustituye una porción de fruta natural completa, además priva al organismo de la fibra de la fruta. La mayoría de estos productos contienen un exceso de azúcares y carecen de nutrientes esenciales. Cabe decir que esta recomendación también es para nosotros como adultos, los jugos son una bomba azucarada que debemos evitar.

2. Sacar a los niños de la cocina.

Muchas veces, para evitar que la cocine termine en estado de desastre, por los peligros que hay (cuchillos, estufa, etc.) o simplemente para hacer las cosas más rápido, no dejamos que los hijos participen en la elección y elaboración de los alimentos. Pero, hacer que los niños aprendan a manipular y elegir alimentos, ya sea en clases o en casa, influye de manera positiva en las preferencias y conductas alimentarias como adultos. Esta comprobado que si desde niños forman parte de la elección y elaboración de los alimentos, serán más propensos a comer alimentos saludables.

3. Usar la comida como premio o castigo.

Uno de los errores más extendidos es usar la comida como recompensa: "Si te comes las verduras podrás tomar el helado". O como castigo: "No te compraré un dulce si no haces la tarea"

Al hacer esto, estamos reforzando la idea de que los alimentos saludables son tan malos que requieren un premio extra para compensarlos. O usar la comida como castigo hace que se desee mas el alimento que se esta prohibiendo.

Nunca hay que usar la comida como recompensa o castigo, en lugar de esto se les puede dar un libro o jugar el juego favorito del niño como premio por algo positivo que hayan hecho. Comer verduras es un hábito natural que no requiere premiarse y la comida chatarra no es ningún premio.

4. Hablar todo el tiempo de perder peso o engordar.

La mayoría de los niños tiende a imitar a sus papás. Por ello, debemos tener cuidado de cómo nos dirigimos al tema de la comida. Hablar de dietas con tono de frustración solo hace que los niños aprendan que comer esta mal. En caso de que como adultos estemos empezando a mejorar hábitos es mejor decir que van a comer mejor y a cuidarse para mejorar la salud. Hablar de la comida en términos negativos o de la preocupación constante por su físico y su peso, puede ser peligroso cuando hoy los niños y niñas están bombardeadas de la necesidad de estar delgados.

 5. Hasta que el plato esté limpio.

Muchos padres obligan a sus hijos a terminar con todo lo que tienen en el plato, pero se ha descubierto que esta práctica podría llevar a los niños al sobrepeso. Obligar a los niños a comer cuando han saciado su hambre les dificulta aprender cuánto alimento realmente necesitan, ya que alteramos sus mecanismo de saciedad. Es mejor ofrecer a los niños porciones más pequeñas de las que consume un adulto, de esta manera podrá comerse el platillo por completo y siempre debemos respetar cuando nos digan que ya están satisfechos.

Alimentarse bien, hacer deporte, tomar agua o ver menos televisión son algunos hábitos que los niños deben aprender desde pequeños para llevar una vida saludable y feliz. No debemos esperar a que exista un problema de salud o sobrepeso para establecer unos buenos hábitos de vida. Seamos ejemplo de lo que queremos ver en ellos. La prevención es, la planeación de un mejor futuro!