México vence a Canadá y sella su pasaporte a Río 2016
Con goles de Hirving Lozano y "El Cubo" Torres, la Selección Mexicana Sub 22 apeó 2-0 a Canadá y clasificó a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Tres años y dos meses después de la tarde mágica en Wembley, México volverá a los Juegos Olímpicos para defender la medalla de oro olímpica. La Selección Mexicana Sub 22, comandada por Raúl Gutiérrez, venció 2-0 a Canadá en el Estadio Río Tinto de Salt Lake City con anotaciones de Erick "El Cubo" Torres e Hirving Lozano y clasificó a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Ahora, sólo falta enfrentarse a Honduras el próximo martes para definir al campeón del torneo.
México abrió la cuenta al minuto 6, cuando Erick Torres soportó la marca pegajosa de Thomas y pescó con la cabeza un centro de Hirving Lozano. Festejo robótico. Los pupilos del "Potro" Gutiérrez tomaron los controles del partido y lo instalaron en piloto automático. Bueno y Lozano tuvieron en sus pies el segundo tanto, pero Crepeau y Farmer impidieron que se estrechara la brecha. Benito Floro, dueño de la pizarra canadiense, ordenó el repliegue de sus discípulos. Canadá ni siquiera asomó la nariz en la primera mitad.
El combinado tricolor, ahora ataviado de negro, salió más puntilloso en el segundo tiempo. Canadá empezó a sufrir el bochorno. Marco Bueno volvió a disparar desviado poco antes de un impacto poderoso de Erick Gutiérrez que obligó a la atajada de Crepeau. Pero el arquero canadiense no podría detener la siguiente bomba: un misil de Hirving Lozano desde el sector derecho del área que explotó en el ángulo superior derecho de Crepeau. Golazo acorde al mejor jugador mexicano en el Preolímpico.
México reposó tras el tanto de Lozano y Canadá se revitalizó, aunque ya demasiado tarde. El árbitro Hugo Cruz decretó un penalti al minuto 80 por una mano de Erick Aguirre dentro del área. Lajud, lanzado sobre su derecha, atajó el disparo de Petrasso. Siguió el momento de lucimiento del guardameta, poco exigido en todo el torneo; repelió, con ayuda del travesaño, un cabezazo amenazante de Thomas. El partido se diluyó y cuando el silbatazo de Cruz avisó el final, la Selección pasó al escritorio aduanal para que el agente migratorio sellara su pasaporte. Río de Janeiro espera en el horizonte, con el Cristo del Corvocado dominándolo, y la medalla de oro en los sueños.