Nueva prueba para entrar a Estados Unidos: tus redes sociales serán determinantes para obtener la visa estadounidense

El gobierno de Estados Unidos ha implementado una nueva exigencia para quienes deseen ingresar al país: una evaluación adicional como parte del proceso para tramitar la visa americana. Esta medida, que ya entró en vigor, se suma a los requisitos habituales con el fin de fortalecer los mecanismos de seguridad en las solicitudes de visa.

¿Qué incluye la nueva revisión para tramitar la visa?

De acuerdo con lo informado, el Departamento de Estado ahora revisará las redes sociales de los solicitantes, como parte del análisis de antecedentes incluido en el formulario DS-160. Esta revisión tiene como objetivo identificar posibles vínculos, comportamientos o publicaciones que representen riesgos para la seguridad nacional o el orden público.

Además de este nuevo filtro, los interesados deberán presentar los documentos tradicionales como pasaporte vigente, una fotografía reciente, comprobante de pago y acudir a una entrevista presencial en el consulado o embajada correspondiente. Esta combinación de requisitos busca garantizar una evaluación más exhaustiva del perfil del viajero.

Costos para solicitar una visa en 2025

En cuanto a los costos de las visas americanas para 2025, estos varían según el tipo solicitado. Las visas de turismo, negocios o tránsito (B, C, F, M, J, entre otras) tienen una tarifa de 185 dólares.

Otras categorías como trabajadores temporales o artistas (H, O, P, etc.) pagan 205 dólares, mientras que la visa para prometidos o cónyuges (K) cuesta 265 dólares, y la de comerciantes o inversionistas por tratado (E) asciende a 315 dólares.

¿Quiénes deben cumplir con este nuevo requisito?

La nueva revisión aplica a todos los extranjeros que soliciten visas de no inmigrante, independientemente del país de origen o el motivo de viaje. El monitoreo de redes sociales no es excluyente, sino que se integra como una verificación complementaria para evaluar el historial y comportamiento de los solicitantes.

Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia de seguridad fronteriza que busca reforzar los controles migratorios sin afectar a los viajeros legítimos. Las autoridades estadounidenses afirman que estas medidas no pretenden restringir la movilidad, sino proteger el territorio mediante un proceso más riguroso y responsable.

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