Colorido y calles empedradas: el encantador pueblo cercano a la capital de San Luis Potosí que no te puedes perder
Con paisajes serranos, arquitectura religiosa, gastronomía tradicional y un espíritu comunitario vivo, este destino ofrece una experiencia turística auténtica, alejada de lo convencional.

Cerritos, ubicado en la Zona Media de San Luis Potosí, es un destino que sorprende por la riqueza de su historia y la calidez de su gente.
A poco más de una hora de la capital potosina, este municipio combina paisajes serranos, calles empedradas y casas coloridas que conservan el encanto de antaño. Su propuesta turística destaca por lo rural, artesanal y religioso, una mezcla que lo posiciona como una joya poco explorada en el mapa turístico mexicano.
¿Qué hace especial a Cerritos?
Este pintoresco pueblo ha sabido mantener sus raíces vivas. Gracias al programa “Rutas Mágicas de Color” del INAH, sus fachadas se visten de tonos vibrantes sin alterar su esencia.
Al recorrer su centro histórico, uno comprende por qué fue conocido como "El Granero del Estado“, título que habla de su pasado agrícola y de la importancia económica que tuvo durante el siglo XX.
Aunque su fundación oficial data del siglo XIX, la historia de Cerritos se remonta a épocas prehispánicas, con presencia de huastecos y posteriormente de pames. La llegada de los españoles dejó huella con haciendas, ferrocarriles y arquitectura colonial, elementos que aún pueden admirarse en diversos puntos del municipio y que le otorgan un carácter único.
¿Qué ver y hacer en Cerritos?
Para quienes buscan actividades turísticas, Cerritos ofrece mucho más de lo que aparenta. Entre sus principales atractivos están la Iglesia de San Juan Bautista, con un reloj centenario aún en funcionamiento, la capilla de Nuestro Padre Jesús en lo alto de un cerro, y la tradicional Plaza Principal con su kiosco.
La Sierra del Tablón y el Ejido Peña de Salazar son ideales para los amantes de la aventura, y las ex haciendas de Derramaderos y Labor de San Diego permiten sumergirse en el pasado agrícola de la región.

¿Buscas experiencias religiosas o culturales?
En el plano espiritual y cultural, Cerritos también tiene mucho que ofrecer. La devoción guadalupana da lugar a peregrinaciones que recorren más de cien kilómetros, mientras que en las festividades patronales sobreviven danzas tradicionales como la Danza de la Malinche y la Danza de los Caballitos, además de actividades populares como jaripeos, carreras de caballos y peleas de gallos.
¿Qué se come en Cerritos?
La gastronomía de Cerritos es otro de sus tesoros. Aquí se pueden disfrutar delicias como gorditas de horno, tacos rojos, pacholes y el tradicional asado de boda. Como postre, destacan la chancaquilla de semilla de calabaza y los dulces de calabaza, mientras que las botanas como los rancheritos y semillas saladas completan la experiencia culinaria.
Finalmente, Cerritos también ofrece opciones de hospedaje como los hoteles Laser, Naru, Latino, Central y San Antonio, además de restaurantes con comida típica y mariscos.

Y para quienes buscan llevarse un recuerdo, aún se conservan oficios como la talla en mezquite, jarcería, huarachería y cerámica artesanal, con piezas únicas elaboradas en comunidades como El Tepozán y San Pedro de los Hernández.

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