Sergio Bueno medita el retiro después del descenso con Jaguares

El rostro desencajado no miente. Las palabras son congruentes con lo que dice su lenguaje corporal. Sergio Bueno está duramente golpeado. Ha sufrido su segundo descenso como técnico. Ya lo había vivido con Necaxa. Ahora la historia se repite con Jaguares. Tan fuerte es el impacto, que confiesa estar meditando no sólo su salida del club, sino el retiro como entrenador.

“Estoy tratando de mantenerme ecuánime, sereno. No quiero hacer papelones, pero sí es un evento que genera gran tristeza, gran amargura. Pero hay que ser hombrecito en este mundo del futbol. Siempre he pensado que vale la pena estar en estos retos que debilitan a mucha gente, que merman a muchos. Hasta la fecha he seguido tratando de ser un tipo profesional, serio, trabajador. Me ha ido bien y mal, pero ahora con este descalabro, consideraría que la balanza se inclina más a lo negativo porque es un descenso que en el historial pega”, reconoce.

Y ese balance más negro que blanco lo invita a la reflexión. Ahora mismo, revela que medita no sólo el dar un paso al costado de los Jaguares de Chiapas, sino de la misma profesión. “No nada más de este equipo… Eso vamos a ver. Son situaciones que uno va abordando, reflexionando, pensando. En su momento lo haré saber con claridad y contundencia. Lo menos importante es uno. Lo más relevante es el club que ha perdido la categoría. Se hizo el esfuerzo por recomponer el paso, pero desgraciadamente no logramos lo requerido y estamos en la Liga de Ascenso”, lamenta.

La tristeza asoma en cada una de sus palabras. En la sala de conferencias del Estadio Jalisco, Sergio Bueno da la cara luego de sufrir el descenso. “Nos desinflamos y eso provocó esta gran amargura, que habrá que superar. Solo con el tiempo la puedes digerir. Habrá que analizar fríamente qué sigue en la vida de cada uno. Estos descalabros invitan a la reflexión profunda”, afirma.

Y reconoce abiertamente, que el retiro es una posibilidad que medita. “A fuerza de ser sincero, sí ha pasado por mi cabeza. Me duele asumirlo así. No es un hecho contundente, pero lo voy a valorar, voy a reflexionar muy tranquilamente, en frío para tomar une decisión. Siempre he sido un guerrero en el fútbol y los tropiezos si los encausas bien te fortalecen. Me invitan a intentar superarme continuamente y veremos qué termino por resolver”, sentencia Sergio Bueno.

Finalmente, sin hacer un señalamiento de sospecha, sí deja muestra de su sorpresa al ver dos clubes que se habían mostrado sólidos, como Monterrey y Pumas, hayan perdido en las últimas fechas con Morelia y Veracruz, los otros dos involucrados en el descenso, que sumaron seis puntos cada uno ante adversarios en teoría superiores.

“Caray, estos son los misterios que tiene el fútbol… No quiero con eso restar culpabilidad a lo que dejamos de hacer, pero sí se vuelve increíble que en este cierre, dos equipos que habían mostrado gran nivel se desinflaran y hayan tenido resultados adversos, caso de Pumas y Monterrey. Eso nos pegó a nosotros. Terminó permitiendo al adversario alcanzar esta posibilidad con la que se termina salvando”, concluye Sergio Bueno.