¡Gracias Marruecos, muchas gracias!

Gracias Marruecos, gracias al admirado Cabeza de Aguacate (yo no le puse así, ¿ok?), Walid Regragui, su entrenador; gracias Bono, Hakimi, Amrabat, Ziyech, Boufal, En-Nesyri y compañía. Ya sé, ya sé, es el clásico cariño que uno le suele tomar al que es derrotado, pero que lo entrega todo en el terreno de juego. Sin miedo a la camiseta de nadie, sin más respeto que el que se le debe tener a este deporte.

Para mí, Francia, que no es que se confiara, y Marruecos, nos acaban de entregar el mejor partido de todo el Mundial de Qatar 2022 y eso, créanme que lo agradezco, después de cumplir hoy exactamente un mes en estas tierras. Pero claro, espero que el domingo el juego sea superior a este.

No habían pasado ni cinco minutos de partido y Raphael Varane atendió el movimiento que le marcó su mariscal, Antoine Griezmann; el pase fue preciso, pero también mal medido por Jawad El Yamiq, que se entregó en la barrida y regaló un espacio que Marruecos no estaba acostumbrado a ceder en esta Copa. Ya conocemos la historia que terminó con una explosiva definición (¡vaya salto!) de Theo Hernández, quien aprovechó que nadie se enteró de su llegada desde la lateral izquierda.

Y así, después de aguantar los constantes embates marroquíes -incluso una espectacular chilena de Jawad El Yamiq, que se estrelló contra el poste de la meta defendida por Hugo Lloris-, Francia terminó la tarea a los 79 minutos, cuando Solo Muani también llegó justo a segundo poste, sin marca, para meter a los galos de nuevo en la Final, por segundo Mundial consecutivo.

Así, el domingo, veremos a una Argentina que, ojo tiene mucho mejor definición que Marruecos, contra una Francia que parece haberse guardado un extra justamente para buscar el primer bicampeonato en este torneo, desde que Brasil lo logró hace sesenta años, levantando las Copas Jules Rimet en Suecia 1958 y Chile 1962.

Vi que en redes le dieron con todo a César Ramos por un supuesto mal trabajo. Así es el futbol cuando te metes con sus estrellas. Sí falló en no señalar y castigar incluso con una amarilla un pisotón contra Kylian Mbappé, pero el mexicano hizo un extraordinario esfuerzo físico y estuvo muy cerca de las jugadas; no le jugó a la cómoda, decidió por lo que vio, no por el miedo a que lo criticaran. Para mí decidió muy bien en casi todas las jugadas apretadas. Pero todos somos entrenadores y árbitros, aún sin saber las reglas de este deporte.

Se nos acaba el Mundial. Que sea una Final justa e inolvidable. Que valga para arrancar un lindo domingo familiar.