Carlos Alcaraz: el precio de la historia

Hace unos días vi un documental que siguió durante la temporada 2024 de la ATP a Carlos Alcaraz. Además de la vida del tenista, son coprotagonistas todos los integrantes del equipo que lo acompaña y prepara para ser uno de los mejores del momento.

Y aquí, para mí, la clave de todo. Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, le recalca: “Eres uno de los mejores tenistas de la actualidad, pero no de la historia. Para ser de la historia necesitas mantener el ritmo de conquistar mínimo 2 Grand Slam por año, durante varios años.”

Ese es el gran reto de Carlos, la disciplina y el sacrificio que implicaría ser un histórico o hacer las cosas que, a sus 22 años, naturalmente, lo invitan a hacer. Y los caminos no son compatibles.

Todo en esta vida tiene un precio; tenemos que decidir qué impuestos queremos pagar. Y hay costos altísimos, por eso en la historia caben tan pocos nombres.

En un deporte donde hay un dominio tan fuerte y reciente de Nadal, Federer y Djokovic, parecería hasta injusto exigirle a cualquiera que esté a la altura. Pero ese es ahora el estándar. No sé si sea Carlos, alguien más o nadie; parece casi imposible.

Como público también exigimos más y mejores atletas. Mejores estadísticas, romper más récords, historias de vida que nos muevan, que inspiren y motiven. Pero a veces el límite no está tan claro entre el deseo y la realidad, aunque algunos pocos ya lo hayan cumplido.

La mente es el 90% de un atleta. La resiliencia y el sacrificio son básicos para la elite e indispensables para la historia. Con un poco de nostalgia pienso que no volveremos a ver algo igual, lo preocupante es que en el camino a ese anhelo vayamos rompiendo la vida y futuro de jóvenes que se caen ante el reto, porque es muy alto el precio de la historia.

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