En la comida de Navidad, Cerezo dedicó el párrafo final de su alocución al caso Griezmann. Su tono, habitualmente cordial y jocoso, se volvió solemne: “Pedimos respeto”, dijo,
PorAlfredo Relaño
En la comida de Navidad, Cerezo dedicó el párrafo final de su alocución al caso Griezmann. Su tono, habitualmente cordial y jocoso, se volvió solemne: “Pedimos respeto”, dijo,