El fútbol italiano no tiene nada que ver con ese elemento químico tan valioso. Ese nombre entronca con el juego primitivo que se disputaba en Florencia.

El fútbol italiano no tiene nada que ver con ese elemento químico tan valioso. Ese nombre entronca con el juego primitivo que se disputaba en Florencia.

Esta expresión se refiere en el cine al equipo que rueda las escenas de riesgo. El precedente más lejano se halla en el lenguaje militar.

Los comentaristas de Fórmula 1 están perdiendo la oportunidad de ser referentes del buen uso del español.

Si usted pone en Google Imágenes esa palabra, le saldrán sólo barandillas. Se puede comprender el error, pues en ese saludo inicial se van dando la mano todos.

Incluso quien tenga nociones de inglés se quedará perplejo al escuchar esta expresión. Casemiro o Xabi Alonso encajan con ese concepto, pero no Kroos.

Este adjetivo no equivale a “pobre”, “despreciable”, “insuficiente” o “escaso”. La palabra procede de Pirro, ganador de batallas que más le habría valido no empezar.

Página29