Alguien ha echado la cuenta: entre el golpe franco de Neymar, que limpió las telarañas, y el gol agónico de Sergi Roberto transcurrieron 549 segundos
PorAlfredo Relaño
José Carlos Menzel
Mario de la Riva
Alguien ha echado la cuenta: entre el golpe franco de Neymar, que limpió las telarañas, y el gol agónico de Sergi Roberto transcurrieron 549 segundos