¿Vale la pena comprar un gato eléctrico para coche?
Se conectan al auto o son recargables, y algunos hasta incluyen llave de impacto.

Cuando se maneja siempre, siempre está latente la necesidad de reemplazar una llanta dañada, una tarea que tradicionalmente implica el uso de gatos mecánicos o hidráulicos de accionamiento manual.
Este procedimiento estándar, si bien efectivo, requiere una aplicación significativa de esfuerzo físico y puede presentar dificultades operativas, especialmente en circunstancias ambientales adversas o para usuarios con capacidades físicas limitadas.
Como respuesta a estas limitaciones, la industria automotriz auxiliar ha desarrollado el gato eléctrico, un dispositivo que propone automatizar la elevación del vehículo mediante energía eléctrica.
Obviamente, lo primero que llama la atención de estos aparatos es la comodidad que prometen. La idea de simplemente conectar un cable, apretar un botón y ver cómo el coche se eleva casi por arte de magia resulta muy atractiva.
Se acabó eso de sudar la gota gorda o de pelearse con mecanismos que a veces parecen trabarse en el peor momento. Un gato eléctrico hace el trabajo pesado por el usuario, utilizando un motor para accionar el sistema.
Estos dispositivos suelen alimentarse de dos maneras principales. Por un lado, muchos modelos se enchufan directamente a la toma de 12 volts del encendedor del coche, lo cual es bastante práctico porque la fuente de energía está siempre disponible mientras la batería del vehículo funcione.
Por otro lado, existen versiones recargables, que ofrecen la ventaja de no depender del coche en sí mismo, aunque esto implica la responsabilidad de mantener la batería del gato cargada, algo que podríamos olvidar fácilmente.

Un plus interesante: Llave de impacto eléctrica
Para redondear la oferta de conveniencia, algunos kits de gatos eléctricos van un paso más allá e incluyen también una llave de impacto eléctrica. Esta herramienta complementaria facilita enormemente la tarea de aflojar y apretar las tuercas o birlos de las ruedas.
Si alguna vez se ha luchado con una tuerca obstinadamente apretada, se sabrá apreciar el valor de este añadido. Conectar la llave, colocarla sobre la tuerca y apretar un botón para que haga el trabajo de torsión es, ciertamente, un gran alivio. Así, el proceso completo de cambio de llanta se vuelve mucho más rápido y requiere un esfuerzo físico mínimo.
Explorando las ventajas concretas
Estos los puntos a favor que suelen destacarse de un gato eléctrico:
Reducción drástica del esfuerzo: Este es el principal argumento de venta. Personas con menor fuerza física, problemas de espalda o simplemente quienes buscan la máxima comodidad encontrarán aquí un gran aliado.
Rapidez (potencial): Aunque el tiempo de elevación puede variar según el modelo y el peso del vehículo, en general, el proceso automatizado suele ser más ágil que el bombeo manual constante para un usuario promedio.
Facilidad de uso: Suelen ser muy intuitivos. Conectar, posicionar y pulsar un botón es, en esencia, todo el procedimiento.
Funcionalidad añadida: La inclusión de la llave de impacto en ciertos paquetes multiplica la conveniencia, abordando otra parte laboriosa del cambio de llanta.
Seguridad (indirecta): Al reducir el esfuerzo y la manipulación en posturas forzadas, se podría argumentar que disminuye el riesgo de lesiones musculares o de espalda asociadas al uso de gatos manuales.
Las desventajas a considerar
Claro está, no todo es color de rosa. Estos aparatos también tienen sus puntos débiles:
Costo: Generalmente, un gato eléctrico es significativamente más caro que un gato de botella manual o incluso uno de tijera de buena calidad. Hay que evaluar si la inversión extra justifica la comodidad obtenida.
Dependencia de la energía: Si se opta por un modelo de 12V, se depende de la batería del coche. ¿Qué pasa si la llanta ponchada coincide con una batería baja o muerta? En el caso de los recargables, depende de haber acordado de cargarlo. Un gato manual, en cambio, siempre funcionará (mientras esté en buen estado).
Fiabilidad y durabilidad: Al incorporar un motor eléctrico, electrónica y más partes móviles, potencialmente hay más puntos de fallo en comparación con la simplicidad mecánica de un gato manual. La calidad de construcción varía mucho entre marcas y modelos, y uno barato podría no ser muy duradero.
Tamaño y peso: Suelen ser más voluminosos y pesados que los gatos de tijera que vienen de fábrica con muchos coches, lo que puede ser un inconveniente para el espacio de almacenamiento en la cajuela.
Velocidad de elevación: Si bien son cómodos, algunos modelos básicos pueden ser algo lentos al levantar vehículos más pesados. Un profesional con un buen gato hidráulico manual de piso podría ser incluso más rápido.

Donde comprar un gato eléctrico
Se puede comprar un gato eléctrico para auto en México, principalmente en línea:
Mercado Libre México: Es una de las opciones más populares.Hay una gran variedad de marcas, modelos y precios de distintos vendedores de todo el país.
Noticias relacionadas
Amazon México: Similar a Mercado Libre, ofrece una amplia selección de gatos eléctricos, con la ventaja de opciones de envío rápido (Prime) y políticas de devolución claras.
Claro Shop: Es otra importante tienda en línea en México, parte del Grupo Carso. Ofrece una variedad de gatos eléctricos y a veces cuenta con opciones de financiamiento o promociones ligadas a servicios de Telmex/Telcel.
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