Stellantis busca más crédito automotriz en México con Inbursa
El grupo automotriz adquiere hasta el 49.9% de STM Financial, filial de Grupo Financiero Inbursa, para crear Stellantis Financial Services México

El panorama financiero y automotriz en México es testigo de un desarrollo estratégico relevante, que involucra a Stellantis, uno de los principales conglomerados automotrices a nivel mundial, y a Grupo Financiero Inbursa, una destacada institución financiera mexicana.
Y es que, ambas entidades han formalizado acuerdos definitivos para establecer una asociación de largo plazo en el ámbito del financiamiento automotriz, un movimiento con potenciales implicaciones significativas para el sector y que merece un análisis detallado.
Pongámoslo en palabras sencillas. Stellantis, la compañía que agrupa marcas tan conocidas como Chrysler, Dodge, Jeep, Ram, Fiat, Peugeot y Alfa Romeo, ha anunciado que comprará una parte importante, hasta un 49.9%, de una empresa llamada STM Financial.
Esta empresa, STM Financial, es actualmente una subsidiaria de Banco Inbursa y se dedica, precisamente, a dar créditos para comprar coches, muchos de ellos de las marcas de Stellantis. Así que, lo que estamos viendo es que Stellantis está invirtiendo directamente en la financiera que ya trabajaba con ellos.
Ahora bien, ¿por qué haría Stellantis algo así? ¿Qué gana metiendo más a fondo en el negocio del financiamiento? Bueno, aquí es donde la cosa se pone interesante, particularmente si no se está muy metido en temas de economía.
Pongamos este contexto: cuando se va a una agencia a comprar un coche nuevo, una parte crucial de la decisión es cómo lo vas a pagar. Es decir, el financiamiento, el crédito que dan para poder llevárselo, es clave.

Hasta ahora, Stellantis dependía en gran medida de socios externos, como la propia STM de Inbursa, para ofrecer esos créditos a sus clientes. Al adquirir una participación tan significativa en STM, Stellantis básicamente está diciendo: “Queremos tener más control y voz en cómo se financian nuestros vehículos”.
Este movimiento le da a Stellantis varias ventajas estratégicas. Primero, le permite estar mucho más cerca de sus clientes en el proceso completo de compra. Ya no solo venden el coche, sino que también participan directamente en la solución financiera.
Esto puede traducirse en una experiencia más integrada y, potencialmente, más fluida para el comprador. Imaginar poder gestionar todo, desde la elección del modelo hasta el plan de pagos, bajo el mismo paraguas de la marca, que ahora se llamará Stellantis Financial Services México.
Segundo, tener una “financiera de casa” le da a Stellantis la capacidad de diseñar productos de crédito a la medida. Por ejemplo, podrían ofrecer tasas de interés especiales, plazos más flexibles o paquetes que incluyan seguros y servicios, todo pensado para hacer más atractiva la compra de un Jeep, un Ram o un Peugeot frente a la competencia.
En consecuencia, buscan no solo facilitar la venta inicial, sino también fomentar la lealtad del cliente. Si la experiencia financiera fue buena y hecha a la medida, es más probable que se vuelva a considerar una marca de Stellantis en la próxima compra. Philippe de Rovira, un alto directivo de Stellantis, lo dijo claramente: buscan competir de forma más eficaz y ofrecer productos personalizados para aumentar la fidelidad.
Tercero, este paso es parte de una estrategia global de Stellantis. Quieren tener brazos financieros propios o con una participación fuerte en los mercados más importantes donde operan. México, evidentemente, es uno de ellos. De este modo, no dependen tanto de terceros y pueden alinear mejor la estrategia financiera con la estrategia de ventas de sus vehículos.
Y desde la perspectiva de Inbursa, ¿qué hay? Pues parece una jugada para fortalecer una relación que ya era valiosa. Como dijo Jorge Gutiérrez, directivo de Inbursa, confían en que combinar su experiencia financiera con el prestigio de Stellantis les permitirá crecer y servir mejor a los clientes. Básicamente, es una apuesta a que juntos pueden ser más fuertes en el competitivo mercado del crédito automotriz. Inbursa aporta su solidez y conocimiento del mercado local, mientras que Stellantis trae su volumen global y sus marcas.
Claro está, esta movida no es automática. Todavía necesita el visto bueno de las autoridades regulatorias, un paso que suele ser necesario en este tipo de operaciones financieras. Igualmente, el éxito dependerá de cómo se gestione esta nueva sociedad en la práctica. ¿Lograrán realmente crear esas sinergias y ofrecer mejores condiciones a los consumidores? El tiempo lo dirá.
Lo que sí podemos ver es una tendencia interesante: las grandes automotrices están buscando un mayor control sobre toda la cadena de valor, incluyendo el financiamiento.
Para los consumidores, esto podría significar más opciones y condiciones más competitivas a la hora de buscar crédito para un coche de estas marcas. Por supuesto, también vale la pena observar si esta consolidación no limita, de alguna manera, la competencia con otras financieras independientes.
Lo que sí queda claro es que esta alianza entre Stellantis y el grupo de Slim a través de Inbursa es mucho más que una simple transacción financiera. Es un movimiento estratégico con el que Stellantis busca afianzar su presencia en México, mejorar la experiencia de sus clientes y, en última instancia, vender más coches.
Por lo tanto, estaremos atentos a cómo se desarrolla esta nueva etapa para Stellantis Financial Services México y qué impacto económico real tiene con quienes buscan estrenar un auto en el país.
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