Manejar con calor: ¿por qué es peligroso y cómo mitigarlo?
Las altas temperaturas hacen necesaria una mayor atención al estado de quién está detrás del volante.
Cada vez que se hace presente la primavera y el verano, la temporada de calor se hace presente, esto debido a que la temperatura del ambiente sube de manera notoria. Por tal motivo, es importante prestar atención al estado del automóvil realizando una revisión y mantenimiento de ciertos elementos, esto con el fin de lograr el mayor confort y comodidad a bordo.
Algunos de los componentes del auto que se deben revisar en la época de calor, son las llantas, la batería, el aire acondicionado y los filtros. De cada uno de ellos, es importante hacer una inspección y cambio en caso de ser necesario:
Conducir con comodidad
Cuando se maneja con temperaturas elevadas existe incomodidad, se genera agresividad y nerviosismo, además se maneja a mayor velocidad para tratar de llegar antes al destino, la percepción y atención del conductor disminuye, aumenta la fatiga y la somnolencia, pudiendo derivar en ocasiones extremas en pérdidas de consciencia.
Todos estos factores relacionados con el calor en el interior de un automóvil pueden incrementar entre un 15 por ciento y un 25 por ciento la probabilidad de tener un siniestro, según múltiples estudios.
Esto se debe a que episodios de calor como los que se registran en primavera y verano alteran la función y capacidad psicomotora del conductor. Por ejemplo, la coordinación se deteriora, el procesamiento de la información cambia, sin olvidar que el nivel de activación y la atención es menor. A esto hay que añadir la sensación subjetiva de tener mayor seguridad de la real, dificultad para seguir objetos con la vista y la reducción del campo de visión.
Lo que dice la ciencia
De acuerdo con ciertas investigaciones, las consecuencias de circular con una temperatura de 30 grados en el interior del vehículo son comparables a conducir con una tasa de 0.29 gramos de alcohol por litro de sangre con los siguientes efectos:
Si el interior del habitáculo supera los 30-35 grados, el conductor será un 20% más lento que si circulase con una temperatura 25 grados, pudiendo mostrar síntomas similares a una alcoholemia de 0.5 g/l, lo que añadido a un episodio de deshidratación lo llevaría a cometer errores en la conducción similares a tener un nivel de alcohol en sangre de 0.8 g/l incrementando nuestro tiempo de reacción causando salidas involuntarias de carril, incluso de la vía o provocando colisiones por alcance.
La temperatura ideal
Para conducir y viajar con comodidad en el automóvil, la temperatura recomendable del aire acondicionado debe situarse entre los 20 y 24 grados centígrados.