¿Los vidrios eléctricos de los autos son peligrosos para los niños?

Aunque no lo parezca, los cristales o vidrios eléctricos de los autos son un riesgo particular para los niños debido a que pueden atraparse un dedo o la cabeza una vez que es accionado el botón interruptor.

Está más que comprobado que los cristales de las ventanas se pueden mover con fuerzas de cierre de hasta 220 libras-pie de torque. Eso significa que un cristal de apenas ocho milímetros de espesor presiona la mano o la cabeza de un niño pequeño con hasta 30 kilogramos.

¿Por qué los cristales eléctricos son un peligro?

De esta forma, resulta sumamente peligroso que alguna extremidad superior o la propia cabeza quede atrapada debido a que el mecanismo de cierre de cristal sea accionado de manera accidental.

Debido a esta situación, algunos autos están equipados de cristales con un sistema antiatrapamiento: si los sensores detectan resistencia al cerrarse, la ventana se detiene. En las mejores versiones, el sentido de giro del motor se invierte inmediatamente y vuelve a bajar el cristal de la ventana. Por lo tanto, un niño puede liberarse sin tener que encontrar primero el interruptor correcto.

¿Cómo evitar que los niños queden atrapados con los vidrios?

Considerando que no todos los autos equipan este sistema, lo ideal es presionar el botón de bloqueo de los cristales traseros si los pasajeros de la fila posterior son niños.

Además, si es posible, no deje a los niños solos en el vehículo, y mucho menos dejarlos con el motor encendido. También es importante hablar con los infantes sobre los peligros que pueden derivarse de las funciones de bloqueo accionadas eléctricamente en el automóvil.

Otra recomendación es no usar el control remoto para cerrar las ventanas y el techo corredizo si el auto no está a la vista. Antes de subir los cristales desde la puerta del conductor, es importante asegurarse de que los niños o los animales no tengan extremidades en las guías de las ventanillas.

¿Cómo saber si el auto equipa la tecnología de no atrapamiento?

Ahora bien, para saber si el automóvil equipa cristales con un sistema antiatrapamiento y si el funcionamiento es el correcto hay que hacer una pequeña verificación. Para ello, basta usar una pelota de tenis o de esponja. Solo se requiere sostenerla contra el sello superior con una mano, luego hay que presionar brevemente el interruptor con la otra mano y dejar que la ventana suba por completo.

Con ello, se puede ver si el cristal de la ventana se detiene en el obstáculo o lo comprime. Idealmente, la ventana debería volver a bajar inmediatamente después del contacto con el obstáculo.