Hidrógeno como combustible: ¿la verdadera solución de la movilidad eléctrica?
Mucho se habla sobre el porqué no se usa el hidrógeno como combustible en los autos.
En la actualidad, el futuro de la movilidad está enfocada hacía los autos eléctricos con baterías de iones de litio; sin embargo, esta solución parece que no resolverá del todo la situación; por un lado, la oferta de luz eléctrica no será suficiente para la demanda, y por el otro, los vehículos de transporte requieren de una gran autonomía.
Ante este panorama, pareciera ser que el hidrógeno es la solución ideal como fuente de energía para los vehículos eléctricos. Sin embargo, esta tecnología tiene mucho por hacer en comparación con el impulso de la industria hacia los vehículos eléctricos de batería.
¿Cómo se utiliza el hidrógeno como combustible?
Una de las grandes ventajas del hidrógeno en la movilidad eléctrica es la experiencia casi perfecta en términos de reabastecimiento de combustible, todo lo contrario a lo que sucede con los vehículos eléctricos de batería. Pero, debido a que todo se ha enfocado en esta última clase de autos, la infraestructura de hidrógeno aún se encuentra en etapas incipientes, lo que limita la aceptación potencial del mercado de vehículos de pasajeros.
Esas limitaciones están empujando al hidrógeno hacia el mundo del transporte de carga, donde se puede controlar el acceso al combustible y los ahorros de mantenimiento a largo plazo pueden sufragar el golpe inicial inicial. Esto puede aplicarse tanto a las flotas de camiones grandes como a las de última milla.
Por ejemplo, el fabricante de autos eléctricos Nikola está abordando ese desafío en ambas direcciones: una plataforma eléctrica a batería con un alcance declarado 550 kilómetros y una celda de combustible de hidrógeno con un alcance de 800 kilómetros.
Considerando las ventajas, la idea es que el hidrógeno sea la solución de transporte de larga distancia, una vez que se pueda establecer una red de reabastecimiento de combustible.
¿Qué inconvenientes existen para utilizar el hidrógeno como combustible?
Ahora bien, la construcción de estaciones de hidrógeno tiene sus propios obstáculos en términos de permisos locales. Así que la solución ideal es que las mismas estaciones de gasolina pudieran ofrecer este combustible alternativo que no genera gases contaminantes.
Lo que falta es que el hidrógeno tenga un impulso. Esta solución es difícil de justificar cuando la demanda es poca, por lo que justificar las inversiones a gran escala es un desafío cuando no parece encajar; sin embargo, los fabricantes de automóviles deben de apostar por esta alternativa.
Otra solución es que se desarrolle una modernización de motores viejos y sucios con sistemas de propulsión a base de hidrógeno: con ello, se podría abordar la flota existente y así lograr que el negocio sea rentable