Ford Performance: Más que una línea de autos y camionetas deportivas
Lo que comenzó como un proyecto para mejorar autos de competencia, hoy se ha transformado en una línea de modelos icónicos
Desde su fundación en 1903, Ford ha sido una marca sinónimo de innovación, durabilidad y, sobre todo, rendimiento. Como parte de esta filosofía la compañía ha llevado el desempeño a otro nivel con Ford Performance.
Este departamento, que comenzó como una división enfocada en mejorar el rendimiento de los vehículos de la marca, se ha convertido en uno de los sellos más reconocidos en el mundo del automovilismo, los autos deportivos y los vehículos todoterreno de alto desempeño.
En esencia, Ford Performance es el equivalente a lo que AMG es para Mercedes-Benz, RS para Audi y M para BMW. Es la división que crea y perfecciona los vehículos que no solo destacan en las carreteras, sino que también arrasan en los circuitos de carreras y terrenos desafiantes alrededor del mundo.
Pero la historia de Ford Performance no se limita a la mejora de automóviles para el consumidor promedio, pues hoy, esta división es también responsable del regreso de Ford a la Fórmula 1, una de las competiciones automovilísticas más importantes del planeta.
De la calle a la pista y viceversa
Ford Performance nació de la necesidad de llevar el rendimiento de sus vehículos más allá de lo convencional. Esto no es nuevo, pues la compañía ha tenido una larga trayectoria en el automovilismo, remontándose a las 24 Horas de Le Mans en 1966, cuando el mítico GT40 derrotó a Ferrari en una hazaña que quedó para la historia. Este triunfo le dio a la marca un gran prestigio y marcó el inicio de su búsqueda por la excelencia en el desempeño.
En sus inicios, el enfoque original de Ford Performance era mejorar los modelos de producción en serie y optimizarlos para competir en diversas categorías del automovilismo. Con los años, esta misión se extendió para crear vehículos que pudieran ofrecer una experiencia de manejo deportiva tanto en la pista como en el uso cotidiano.
A lo largo de los años, Ford Performance ha creado una línea de vehículos icónicos que no solo destacan por su velocidad y potencia, sino también por su capacidad de ofrecer un manejo superior y una experiencia única al volante.
En esta gama, encontramos desde autos deportivos como el Mustang y el GT, hasta SUVs y pickups como la Ranger Raptor, Lobo Raptor R, Bronco Raptor y Explorer ST, vehículos diseñados para enfrentar los terrenos más desafiantes con la misma agilidad y potencia que un deportivo en la pista.
La filosofía de Ford Performance en su hábitat natural
Una de las características clave de Ford Performance es su capacidad para trasladar la tecnología de las pistas a los vehículos de producción. Todo el desarrollo en competición permite a la marca experimentar y probar nuevos componentes, tecnologías y asistencias de manejo que luego pueden ser adaptadas a sus vehículos de alto rendimiento.
Por ejemplo, la suspensión adaptativa, los frenos de alto desempeño y los sistemas de asistencia de manejo que vemos en modelos han sido desarrollados en el calor de la competencia, donde los ingenieros de Ford Performance enfrentan desafíos extremos que luego se traducen en mejoras tangibles para el consumidor.
Para comprobar de qué están hechos sus modelos, Ford Performance puso a prueba sus capacidades en una pista cerca de la Ciudad de México y así enfrentar el reto en la pista off-road y de carreras.
Y quien más de embajador de Ford Performance que Sergio “Checo” Pérez que se ha convertido en una pieza clave en la promoción de la filosofía de esta marca que cada vez más toma fuerza y en unos meses más cuando esté presente en la Fórmula 1.
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