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Ford Mustang Mach-E GT Performance, a prueba: el muscle car se convierte en una camioneta eléctrica

La reseña de la camioneta eléctrica más esperada en México, y que se agotó rápidamente.

Luis Hernández del Arco
ldelarco
Ciudad de México

A casi 60 años de existencia, el Mustang no solo ha evolucionado en diseño, desempeño, confort y equipamiento, sino que también se ha colocado como el único muscle car que no ha visto interrumpida su comercialización.

Sí, desde 1964 a la fecha, este modelo ha permanecido dentro de la gama de Ford, algo que no ha pasado con sus rivales -Dodge Challenger, Charger y Chevrolet Camaro- que han sido descontinuados para luego aparecer en la escena.

De hecho, esta tercia de modelos seguramente no hubieran de no ser porque Ford se atrevió a crear un modelo de alto desempeño, pero con el confort para ser usado en el día. A pesar que muchos vaticinaban un rotundo fracaso, la realidad es que fue éxito total, lo que motivo a Dodge, Chevrolet y otras marcas que estaban en esa época -Plymouth y Pontiac- entraron a la contienda de los muscle cars.

Con el paso de los años, muchos fueron de desapareciendo y reapareciendo, pero el único que ha permanecido ha sido quien creo este segmento caracterizado por tener motores V8 dotados de una alta dosis de poder.

El rey de los muscle cars

Más allá de permanecer por seis décadas sin pausa alguna, el Mustang se ha convertido es más que un icono, pues pasó de ser un modelo a convertirse en una submarca para Ford, lo que quiere decir que de su nombre se desencadenan una serie de vehículos de alto performance.

Debido a que en la actualidad los autos con un desempeño superior están ligados a la movilidad eléctrica y que el tipo de carrocería más demandado son las camionetas, Ford decidió que el primer modelo de Mustang como marca fuera un SUV emisiones cero.

El pony car se ofrece como SUV eléctrico

Bajo este argumento, fue que la marca que logró masificar el automóvil en el mundo, escribe un antes y un después en su historia al desarrollar su primer modelo eléctrico: el Mustang Mach-E. Por raro que parezca se trata de un muscle car, solo que eléctrico y con una configuración de carrocería de SUV.

Por más que no sea un coupé como es era la tradición del Mustang, esta camioneta eléctrica no pierde el sello de muscle car, primero por el diseño corpulento de la carrocería y en segundo por la dinámica de conducción.

La deportividad es diferente

Muchos dirán que en un auto que lleve el emblema de Mustang debe tener un motor a gasolina, tracción en las ruedas traseras y una carrocería de dos puertas. Seguir esos lineamientos es estar atenido a la nostalgia y no evolucionar como sucede en muchos ámbitos de la humanidad.

Tal vez lo único que realmente se extraña es el ruido del motor en el Mustang Mach-E, pero eso es más una simple costumbre que tiene el oído humano, en donde tiene asociado la resonancia del escape a una alta dosis de poder. Como sucede en todo, solo es cuestión de costumbre, para que el sinónimo de velocidad y poder no sea ruido del motor.

Como pintan las cosas, ahora es preferible que no exista ruido del motor, a que no exista esa sensación de vacío en el estomago como sucede con los autos eléctricos dotados de una alta dosis de poder como es el caso del Mustang eléctrico.

Además de la ausencia de ruido, este muscle car sobresale por la comodidad que brinda en su manejo para el día a día, el espacio interior en las dos filas de asientos y la cajuela, y la calidad de materiales y nivel de equipamiento.

Un Ford distinto

De este último punto, el Mustang Mach-E no tiene nada que con algún modelo de la gama de Ford. Todo el diseño es simple y moderno, a la vez que está acompañado de un nivel de tecnología superior. Tal es el caso de la enorme pantalla central de más de 15 pulgadas donde es posible controlar todo. Y todo es todo. No existe botón alguno para controlar las funciones básicas del aire acondicionado o audio, por ejemplo. A este display en formato vertical, muy al estilo de Tesla, se suma un sencillo cuadro de instrumentos digital que permite visualizar el velocímetro, el nivel de carga, la autonomía, entre otros datos.

Poder de sobra

Como buen Mustang, el punto medular de esta camioneta especialmente la versión GT Performance es la dinámica de conducción, solo a que diferencia de la versión habitual, aquí no existen vaivenes cuando se circula a altas velocidades en curvas. Para entender un poco de la sensación de manejo, se puede decir que la estabilidad es como la de un coupé con tracción total y motor central, pero con el poderío de un motor V10.

Y bueno que decir de la capacidad de aceleración. Este es por mucho su punto fuerte. Resulta sorprendentemente como despega al momento de presionar el acelerador a fondo, o bien como recupera al momento de hacer un rebase. Toda esta reacción se debe a que como buen eléctrico, el Mustang Mach-E entrega todo el torque desde cero.

Una prueba de esta energía está comprobada en el tiempo que tarda en hacer el 0 a 100 km/h: 3.5 segundos. Este tiempo es dos décimas menos que el Porsche Taycan GTS (590 caballos de fuerza y 627 libras-pie) o tres décimas más que el Taycan Turbo (670 caballos de fuerza y 627 libras-pie).

Algo que es de llamar la atención, es que el Mustang Mach-E GT Performance pesa más y que la cantidad de poder es de 480 caballos de fuerza y 634 libras-pie de torque, así que, si la masa fuera menor, el tiempo en el sprint sería mucho menor.

Sobre la autonomía

Cuando se trata de los kilómetros de autonomía, se encuentra en la parte superior de lo que ofrece la media de los autos eléctricos, es decir, que supera los 350 kilómetros al ofrecer un total de 400 kilómetros.

En una conexión de 240 volts puede agregar alrededor de 35 a 50 kilómetros de alcance por hora, según el amperaje. Con un cargador rápido se logra puede agregar hasta 100 kilómetros de alcance en tan solo 10 minutos o recuperar un nivel de carga del 80 por ciento en aproximadamente 45 minutos.

En resumen

Por todo lo anterior, queda claro porque el Mustang Mach-E GT Performance se agotó en cuestión de días en México. Y es que, es un verdadero misil sobre ruedas con una gran autonomía. Ahora solo queda esperar que lleguen más unidades y versiones con menos poder, pero que también son más accesibles.