Estas son las mejores marcas de lubricantes para autos
Por qué el aceite es la sangre del motor, cada cuánto debes renovarlo y cuáles son las marcas que lideran la confianza del conductor mexicano.

Pensar en el motor, es imaginar un complejo conjunto de pistones, bielas y engranajes trabaja a temperaturas y velocidades extremas. Para que todo este mecanismo funcione en armonía y no se autodestruya en cuestión de minutos, necesita un elemento vital, un fluido que lo protege, lo limpia y lo mantiene en la temperatura correcta.
Hablamos, por supuesto, del aceite. La elección del lubricante correcto es una de las decisiones de mantenimiento más cruciales que un propietario puede tomar, una que impacta directamente en la longevidad y el rendimiento del automóvil.
Con frecuencia, el conductor promedio se enfrenta a un pasillo lleno de opciones, cada una con promesas de tecnología avanzada y protección superior, lo que puede generar una gran confusión.

¿Por qué es vital el cambio de aceite?
La función principal de los lubricantes para autos va mucho más allá de simplemente engrasar piezas. Imagina dos superficies metálicas rozándose entre sí miles de veces por minuto; sin una película protectora, el calor generado por la fricción sería tan intenso que las piezas se deformarían y se soldarían, causando una falla catastrófica.
El aceite crea esa barrera indispensable. A la par de esta tarea, actúa como un agente de limpieza. Constantemente arrastra pequeñas partículas de metal, hollín y otros residuos producto de la combustión, depositándolos en el filtro de aceite. De ahí que un filtro de calidad es tan importante como el propio lubricante.
Con el tiempo y el uso, este fluido vital comienza a degradarse. El calor extremo y la exposición al oxígeno provocan que sus moléculas se rompan y pierdan sus propiedades. Un aceite viejo y contaminado se vuelve espeso, casi como un lodo, y deja de cumplir sus funciones. En lugar de proteger, comienza a obstruir los conductos por los que debe fluir, provocando que el motor trabaje con mayor esfuerzo y se sobrecaliente. Por consiguiente, realizar el cambio de aceite puntualmente no es un gasto, sino una inversión directa en la salud a largo plazo del vehículo.

¿Cada cuánto cambiar el aceite?
La vieja regla de cambiar el aceite cada 5,000 kilómetros ha quedado obsoleta para la mayoría de los vehículos modernos. La tecnología en la formulación de los lubricantes ha avanzado a pasos agigantados.
Hoy en día, la frecuencia del cambio depende fundamentalmente de dos factores: el tipo de aceite utilizado y las recomendaciones del fabricante. El manual de propietario de tu coche es la fuente de información más fiable y siempre debe ser la primera referencia.
Existen tres grandes familias de aceites. El aceite mineral es el más básico, derivado directamente del petróleo, y generalmente requiere intervalos de cambio más cortos, que pueden rondar entre los 5,000 y 7,500 kilómetros.
Luego encontramos el aceite semisintético, una mezcla que ofrece mayor protección y durabilidad, extendiendo los periodos de cambio a un rango de 8,000 a 10,000 kilómetros.
Finalmente, el aceite sintético representa la cúspide de la tecnología. Es un producto de ingeniería química diseñado para ofrecer la máxima protección contra el calor, el desgaste y la oxidación, permitiendo intervalos que pueden superar los 15,000 kilómetros en condiciones ideales. Es importante considerar que el manejo en ciudad con tráfico constante es considerado de servicio severo y puede acortar estos intervalos.

Marcas de confianza en el mercado mexicano
Al hablar de marcas, entramos en un terreno donde la lealtad y la percepción del consumidor juegan un papel fundamental. En México, varias marcas han logrado construir una reputación sólida basada en años de presencia y resultados consistentes.
Mobil 1 se ha posicionado en la mente del consumidor como sinónimo de alto rendimiento y tecnología sintética. Es frecuentemente la elección para vehículos de gama alta o para conductores que buscan la máxima protección posible, respaldada por su fuerte presencia en el automovilismo deportivo. Su propuesta se centra en una ingeniería que promete mantener el motor funcionando como nuevo.
Por su parte, Castrol ha cultivado una imagen de durabilidad y especialización. Con líneas de productos como GTX, enfocada en combatir la formación de lodos en el motor, o Edge, diseñada para soportar las presiones extremas de los motores modernos, se presenta como una solución de ingeniería líquida para problemas específicos, generando una gran confianza en talleres y consumidores que buscan fiabilidad.
Una marca con un profundo arraigo en el mercado nacional es Quaker State. Es percibida como una opción de gran fiabilidad y con una excelente relación entre calidad y precio. Es ese lubricante que ha pasado de generación en generación y que muchos mecánicos de confianza recomiendan por su consistencia y buen desempeño en una amplia variedad de vehículos.
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Tampoco se puede dejar de mencionar a Roshfrans, un jugador de origen mexicano que ha sabido competir de frente con los gigantes internacionales. Su propuesta de valor se basa en ofrecer formulaciones pensadas específicamente para las condiciones de manejo y el parque vehicular de México, lo que le ha ganado una base de clientes muy leal.
Así pues, la decisión final recae en el tipo de protección que se busca y el presupuesto disponible. La elección informada, consultando siempre el manual del vehículo y considerando los hábitos de manejo, será la que garantice que el corazón de nuestro auto siga latiendo con fuerza por muchos años.
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