Así es como Mazda asegura la durabilidad y confiablidad de sus autos
Detrás de cada vehículo de la marca japonesa existen una serie de pruebas extremas.
Además de buscar la máxima eficiencia de combustible, un elevado nivel de seguridad y amplio equipamiento en la compra de un automóvil, es importante considerar que la marca sea reconocida por ofrecer modelos durables y confiables.
Si bien son varias las marcas de autos que destacan por la durabilidad y confiablidad, son pocas las que son superiores. Dentro de este selecto grupo se puede encontrar a Mazda, que, si bien siempre ha puesto énfasis en la calidad, en los últimos años ha elevado el umbral.
Para lograr un elevado nivel de confiabilidad, Mazda no solo ha elevado la calidad de los materiales, sino que también ha venido realizando inversiones en equipos que ayudan a crear vehículos duraderos.
Una de las herramientas utilizadas por Mazda para lograr que sus modelos sean altamente confiables es el laboratorio de ensayos ambientales, que se encarga de someter a los vehículos a condiciones extremas.
Este laboratorio sumamente avanzando es capaz de imitar situaciones meteorológicas extremas, por lo que cada vehículo puede ser analizado en distintos escenarios sin tener que esperar alguna época del año o tener que viajar miles de kilómetros a una zona determinada.
Gracias a la tecnología, el laboratorio de ensayos de Mazda es capaz de reproducir ciertos ambientes extremos, ya sea un ambiente extremadamente cálido, temperaturas ultra bajas o incluso una tormenta.
Toda esta serie de situaciones son recreadas en el laboratorio de Mazda, con el único objetivo de analizar los efectos que producen en el exterior e interior de los modelos.
Una vez que estos datos son cotejados es que los ingenieros hacen perfecciones y correcciones, esto con el fin de garantizar el óptimo funcionamiento de los vehículos.
Conjuntamente, en este laboratorio, Mazda realiza estudios de los efectos en los fluidos térmicos con el vehículo en movimiento. Con ello, se pueden reproducir temperaturas exteriores que van desde el calor del desierto hasta el frío polar, niveles de humedad de entre el 30 por ciento y 80 por ciento, vientos de hasta 250 km/h y la radiación solar extrema.
A la vez, el laboratorio de ensayos de corrosión de vehículos dispone de una avanzada tecnología de simulación de salpicaduras que agilizan los procesos de estudio, lo que permite que los ingenieros puedan resolver problemas dentro de los plazos de desarrollo de un modelo nuevo.
Adicionalmente, los vehículos de Mazda se hacen rodar en trece circuitos muy exigentes en las instalaciones de pruebas, para detectar defectos y ruidos indeseados durante el rodamiento.
Estas últimas evaluaciones parten de la filosofía Human Centric, que establece que “el comportamiento de un Mazda debe venir dictado por las percepciones y sensaciones humanas”, lo que le permite lograr una dinámica de conducción que imita la suavidad de funcionamiento del cuerpo humano al caminar y responde de manera armónica a las intenciones del conductor para proporcionar mayores niveles de seguridad, confort y confianza.
Más allá de la percepción humana, durante la noche, cuando los ingenieros de Mazda no están examinando los vehículos, un robot se encarga de rodarlos por distintos circuitos de pruebas con exigentes caminos donde predominan los baches y charcos, como parte de un experimento para mejorar la eficiencia del proceso de pruebas.
Así, gracias al trabajo de los ingenieros y diseñadores, además de los procedimientos de pruebas, Mazda refleja su atención al detalle para lograr la mejor experiencia de conducción posible, a la vez que propicia nuevos avances en la industria del automóvil, contribuyendo a su vez a hacer vehículos más confiables y duraderos.