¿Adrian Newey enseña “Cómo hacer un coche”? El libro del genio de la F1
Desde sus revolucionarios diseños en Williams y McLaren hasta la era dominante con Red Bull, Newey narra en primera persona la concepción de sus F1 más exitosos.

Cuando uno lee un título como “Cómo hacer un coche”, firmado por nada menos que Adrian Newey, el mago de la aerodinámica que ha dado forma a monoplazas campeones en Fórmula 1 durante décadas, la curiosidad se dispara.
Podría pensarse, quizás con cierta ingenuidad, que se está ante un manual técnico, una guía paso a paso para ensamblar un bólido en casa. Pues bien, hay que decirlo desde el principio: el libro es mucho más, y a la vez algo distinto, a un simple instructivo.
En realidad, lo que Newey ofrece es un viaje apasionante a través de su propia vida y, sobre todo, de su proceso creativo y técnico. Fundamentalmente, se trata de una autobiografía articulada alrededor de los coches que marcaron su carrera.
Cada capítulo, dedicado a un diseño específico -desde sus inicios hasta sus glorias en Williams, McLaren y, por supuesto, Red Bull Racing-, funciona como una ventana privilegiada a la mente de un ingeniero excepcional. Por lo tanto, más que enseñar a hacer un coche en el sentido literal, revela cómo piensa alguien que ha hecho algunos de los coches más rápidos del planeta.

Detalles técnicos con las vivencias personales
Lo que resulta verdaderamente cautivador es la manera en que Newey entrelaza los detalles técnicos con las vivencias personales y profesionales. Al leer el libro se encuentra inmerso no solo en conceptos de aerodinámica, suspensiones o dinámica de fluidos computacional, sino también en la presión de las carreras, las relaciones con pilotos legendarios –figuras como Mansell, Prost, Senna, Häkkinen, Vettel o Verstappen desfilan por sus páginas– y las complejidades del trabajo en equipo dentro de escuderías de alto rendimiento. De este modo, su creación literaria consigue un equilibrio notable entre la divulgación técnica y la crónica personal.
Es interesante notar cómo Newey, conocido por su enfoque casi artístico del diseño, todavía aferrado en gran medida a su tablero de dibujo tradicional en plena era digital, transmite esa pasión por la forma y la función.
Explica sus razonamientos detrás de ciertas elecciones de diseño, los desafíos que enfrentó con las normativas cambiantes de la FIA y cómo buscó siempre los límites del reglamento para encontrar esa ventaja competitiva. Así pues, se adquiere una comprensión mucho más profunda de por qué los coches de F1 son como son y de la complejidad inherente a su concepción.
Un aspecto que enriquece enormemente la lectura es la honestidad con la que aborda tanto los triunfos como los fracasos. Particularmente conmovedor, y tratado con una sensibilidad palpable, es el relato en torno al trágico accidente de Ayrton Senna en Imola 1994, al volante de un Williams diseñado por él, el FW16.
Newey no elude la responsabilidad ni el impacto emocional que aquel suceso tuvo en su vida y carrera, lo cual aporta una dimensión humana muy potente al texto. Igualmente, comparte las frustraciones, las decisiones difíciles y los momentos de duda, pintando un retrato completo del hombre detrás del genio.

Se pueden apuntar un par de cuestiones
Por un lado, si bien el lenguaje técnico está generalmente bien explicado, es innegable que lectores sin un mínimo interés o conocimiento previo sobre ingeniería o Fórmula 1 podrían encontrar algunos pasajes algo densos. Todo el libro exige cierta atención y curiosidad por la materia.
Por otro lado, aunque el título es ingenioso y sirve como gancho, quizás genera una expectativa que no se corresponde exactamente con el contenido principal, que es memorialístico y conceptual antes que práctico. Con todo, estas son observaciones menores frente al valor general de la obra.
Al igual, el estilo narrativo, presentado en tercera persona como si se estuviera contando la historia, fluye con naturalidad. Se percibe un esfuerzo por hacer accesible una materia compleja, utilizando un tono conversacional que engancha.
Diagramas, bocetos y fotografías que acompañan el texto son, asimismo, un complemento valioso, puesto que ilustran perfectamente las ideas y los coches de los que se habla. Ayudan a visualizar conceptos que, de otra manera, podrían resultar abstractos.

En consecuencia, ¿para quién es este libro?
Indudablemente, es una lectura casi obligatoria para cualquier aficionado a la Fórmula 1 que desee comprender qué ocurre detrás de las cámaras, en las fábricas y en las mentes de quienes crean estas máquinas asombrosas.
También es altamente recomendable para estudiantes y profesionales de la ingeniería, no tanto como manual, sino como fuente de inspiración y estudio de caso sobre innovación, resolución de problemas y pensamiento lateral aplicado al diseño. E incluso para el lector general interesado en biografías de personajes singulares, el libro ofrece una historia de dedicación, genialidad y perseverancia sumamente atractiva.
“Cómo hacer un coche” no da las herramientas físicas para construir un monoplaza, pero..
…Si equipara con una perspectiva única sobre el proceso mental, técnico y humano que implica llevar un coche desde una hoja en blanco hasta la bandera a cuadros.
Es el testimonio de una vida dedicada a la búsqueda incansable de la velocidad, contado por uno de los protagonistas más influyentes y respetados en la historia del automovilismo. Una obra que, sin duda, deja huella y enriquece la comprensión del deporte motor. Es, en definitiva, mucho más que un libro sobre coches; es un libro sobre la pasión por crear.
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