Entre amar, reír, comer, leer y bailar —y lo que se te ocurra —, dormir es uno de los placeres más grandes de la vida. No hay nada más maravilloso que llegar a tu cama, después de un día difícil o de mucho trabajo, ponerte cómodo, cerrar los ojos y soñar. Muchos de nosotros, solo necesitamos oscuridad total y, quizás, un poco de música relajante, cuyos beneficios —neutralizar los ruidos del entorno, relajar y distraer de las preocupaciones, disminuir la frecuencia cardíaca, etc.— nos brindarán un descanso de calidad.