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Ariel Holan y la ciencia de los entrenadores que no jugaron fútbol

El director técnico de León llegó al balompié desde el hockey sobre pasto. Es solo uno más de una larga lista de entrenadores exitosos sin pasado como futbolistas.

Ciudad de MéxicoActualizado a
Ariel Holan y la ciencia de los entrenadores que no jugaron fútbol
Jose Luis Melgarejo

Quizá podría ser curioso a primer análisis. Pero la realidad es que no lo es tanto. Que entrenadores de fútbol con títulos y reconocimientos hayan forjado una carrera sin el bagaje de haber jugado profesionalmente no es común, pero tampoco una rareza. No es atípico. Ni ahora ni antes. Muchos y muy célebres ejemplos hay en la historia del balompié. La historia de Ariel Holan, quien recaló en el fútbol después de casi 20 años en el hockey sobre pasto femenino (con una medalla de bronce en Juegos Panamericanos en su haber), abona a reforzar un axioma: no es necesario haber sido jugador profesional para destacar en los banquillos. En algunos casos, ni siquiera es imperativo haberse dedicado al fútbol antes de emprender el camino. Si bien hay posturas, filosofías, planteamientos y estadísticas dispares entre los ejemplos históricos, hay una característica en común: el rigor casi científico.

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Muchos insignes directores técnicos no probaron las mieles de la Primera o Segunda División, pero sí jugaron semi-profesionalmente en categorías inferiores, como Rafael Benítez, Arrigo Sacchi, Jorge Sampaoli y Carlos Queiroz. Pero José Mourinho, Maurizio Sarri, Carlos Alberto Parreira y Ariel Holan sí que no pisaron una cancha de fútbol más que para partidos informales o amateurs. O, incluso, ni ello. El de 'Mou' es quizá el ejemplo arquetípico. Estudió Educación Física, con especialidad en Metodología de Deportes mientras aprendía el oficio de su padre, entrenador del Río Ave a inicios de los 90. Esa confluencia  fue crucial en el desarrollo del método de trabajo de 'The Special One'. "La formación de mi pensamiento es el fruto de la unión de dos áreas que algunos creen incompatibles, la universidad y el fútbol", dijo a El País en 2010, antes de tomar el timón del Real Madrid. "Un aspecto que mi experiencia me ha hecho entender es que cuando no eres el primer entrenador puedes tener capacidad de observación y de análisis (...) Tienes que leer, pero tienes que hacer que los demás entiendan perfectamente lo que tú has leído". El sistema Mourinho, basado en la disciplina, táctica y grupal, ha redituado en 25 títulos oficiales, un 70.2% de porcentaje de victorias y +1,114 en diferencia de goles.

De día, Sarri trabajaba en el Banca Monte dei Paschi di Siena, y entrenaba equipos amateurs por la tarde-noche. Su labor lo llevó vivir en Londres, Zúrich y Luxemburgo hasta que abandonó la comodidad de un empleo seguro pero lejos de su pasión y se decantó por el amor al arte. Desde los 30 años compaginaba ambos mundos, las oficinas y las canchas; pero a los 40 decidió dedicarse a tiempo completo a su verdadero sueño. La larga escalera, que incluyó pasos por todas las divisiones profesionales del 'Calcio' italiano, lo llevó hasta el Empoli, al cual ascendió a la Serie A en 2014. Después, Napoli, Chelsea, Juventus y Lazio. Admirador del juego de presión alta de Arrigo Sacchi, su máxima influencia, Sarri se ha definido como "meticuloso". Su esquema privilegia un mediocentro dúctil con la pelota, dos extremos abiertos y un 'falso nueve'. Todo, trufado de asociaciones y posesión. "El fútbol no es un deporte, es un juego", detalló en un artículo de The Independent en 2018. A pesar de su casi obsesiva atención al detalle, la principal meta de Sarri es divertirse: "Creo que en la vida, lo mejor regalo es divertirte haciendo tu trabajo". Como banquero no lo hacía. El porcentaje de triunfos de Sarri está en 47.4, aunque superó el 62% en sus últimas tres aventuras (sin contar la actual, en la Lazio).

Holan tiene un perfil similar al de Mourinho y Sarri. Estudió Contabilidad y Educación Física, aunque no finalizó formalmente con su preparación académica. Optó por enfocarse al hockey y con 19 años obtuvo su primer cargo al frente de un equipo. Incluso llegó a ser candidato para dirigir a la Selección Argentina, 'Las Leonas', una de las más potentes de la disciplina. Del hockey Holan importó y adaptó varios conceptos tácticos al fútbol: "La elaboración del juego de posición y la salida del arco buscando superioridad numérica para penetrar a campo rival. A partir de eso desplegar ataque con permanente búsqueda de acoples y combinaciones para generar oportunidades manifiestas de gol", expuso en el podcast Historia de Nuestra Historia. Holan siempre sale jugando para crear superioridades en 3/4. Para llegar a ello, el estratega argentino se ha valido de recursos tecnológicos. "Una de las cosas que a mí el hockey me había enseñado era el no divorciar la preparación física de la metodología de entrenamiento con balón", escribió 2021 en The Coaches' Voice. Los científicos análisis de Holan incluyen drones, relojes para medir la frecuencia cardíaca de los jugadores, GPS y un software de análisis de video. "A partir de ahí iba achicando los márgenes de error para alcanzar un método integral que fuera físico, técnico, conceptual y emocional", concluye. En solo seis años en el fútbol, la fórmula ya le ha brindado a Holan dos campeonatos: Copa Sudamericana (Independiente) y una Liga Chilena (Universidad Católica).

Ariel Holan y la ciencia de los entrenadores que no jugaron fútbol

Antes de todos estuvo Carlos Alberto Parreira, un campeón del mundo. A contra natura del fútbol brasileño, Parreira nunca se interesó por jugar profesionalmente. Incluso, al inicio de sus esfuerzos laborales, ni siquiera contemplaba la posibilidad de ejercer como director técnico. Su propósito era ser preparador físico, razón por la cual estudió en la Escuela Nacional de Educación Física de Brasil. Al mismo tiempo trabajó en un banco. Como Sarri. "Sus equipos tienen una gran organización y son muy difíciles de batir. Él lo controla todo", aseguró a El País Roberto Fernández, jugador al que Parreira dirigió en el Valencia. El modelo del carioca privilegiaba el trabajo físico al futbolístico, siempre bajo un estricto control de dietas y de cada aspecto del rendimiento de sus jugadores."Cero errores, máxima eficiencia", es el mantra que resume la filosofía de Parreira. En la década de 2000 estudió los métodos del Gatorade Sports Science Institute para mejorar el performance de sus dirigidos a través de la creación de planes de rehidratación personalizada para cada uno. "Ganas dentro y fuera de la cancha", dijo a ESPN en 2014; "lo más importante es la preparación física, la motivación, la unidad del grupo, la logística, la nutrición, el entrenamiento". Palabra del ganador de Corea-Japón 2002 y uno de dos D.T en dirigir en cinco Mundiales.

El fútbol de los no-futbolistas no tiene un patrón de juego homogéneo. No hay un registro definido. Algunos privilegian al aparato defensivo (Mourinho), el ofensivo (Sarri), el balance (Parreira). No es que sean especialmente goleadores o 'amarretes'. Ninguno contempla como bien máximo la belleza del juego per sé, sino la efectividad. Ya lo dijo el mismo Holan previo a la final de la Liga MX: "No creo que el fútbol se divida en ofensivo o defensivo. Creo que se trata de sistemas de juego". 

Lo que no da la experiencia de haber jugado profesionalmente te lo dan otras herramientas: la academia, el método científico, la tecnología. Y, en todas, hay algo en común: el rigor.