Basta que un automóvil vaya a 30 km/h para provocar lesiones graves o mortales al atropellar a un peatón o ciclista
Es por ello que en muchas zonas urbanas la velocidad máxima no supera los 35 km/h.
Por el cuidado propio de quien maneja un automóvil, así como de los peatones y ciclistas, es sumamente importante no exceder los limites de velocidad establecidos por las autoridades de las ciudades por donde se circula.
De acuerdo con diversos estudios realizados en diversas partes del mundo, el principal factor que contribuye a la causa de los accidentes de tráfico es manejar a alta velocidad dentro de las ciudades.
Está más que comprobado que los peatones o ciclistas corren el riesgo de sufrir lesiones graves en el momento de una colisión con un automóvil que supera los 30 km/h.
Por ejemplo, cuando un automóvil circula a una velocidad de 30 km/h, la probabilidad de lesiones fatales o graves para un peatón en caso de accidente es del 20 por ciento; mientras que, si el vehículo va a 50 km/h, la posibilidad de contusiones mortales o graves al peatón supera el 80 por ciento.
Este drástico aumento en la probabilidad de morir o sufrir lesiones graves cuando apenas la diferencia es de 20 km/h, se debe a que la distancia de frenado pasa de nueve metros a 30 km/h a 25 metros a 50 km/h.