La atleta bielorrusa fue expulsada de la villa olímpica por decisión de los oficiales de su comité nacional. Su historia acaparó atención mundial durante Tokio 2020 y ahora atiende a AS desde Polonia.
A la misma hora en la que debía presentarse sobre el tartán del Estadio Olímpico de Tokio, Krystsina Tsimanouskaya estaba en un avión rumbo a Polonia después de haber pasado la noche escoltada por la policía japonesa. Los oficiales del Comité Olímpico Bielorruso (COB) la habían obligado a abandonar la villa de atletas y planeaban devolverla al país, donde le esperaba un futuro incierto: un hospital psiquiátrico, una prisión, o una vida bajo el severo escrutinio del régimen de Aleksandr Lukashenko.
Krystsina Tsimanouskaya se preparó toda su vida para Tokio 2020. Pudo hacer realidad su sueño el 30 de julio: partió del carril 9 en el sexto heat eliminatorio de la prueba femenina de los 100 metros planos; con una marca de 11.47, Krystsina finalizó la tanda en la cuarta posición, pero no clasificó a la ronda semifinal. Aún tenía una segunda oportunidad: los 200 metros, la distancia en la que más cómoda se siente. Los primeros heats iniciarían el 2 de agosto, pero Krystsina no llegó a la pista.
Dos días antes la velocista criticó públicamente, a través de un mensaje en su cuenta de Instagram, que el COB la había inscrito, sin su consentimiento, en el relevo 4x100. Krystsina esgrimió que no se había preparado para dicha competencia. Los empleados del COB se presentaron en su habitación a las 5:00 am del 1 de agosto, le conminaron que empacara sus pertenencias y sentenciaron que en caso de desobedecer incurriría en desacato de una orden "superior". Incluso hicieron traer a un psicólogo que "evaluó" a Krystsina como "una persona desequilibrada, con trastornos mentales". "Me dijo que tenía problemas en mi cabeza. Comenzó a decirme cosas terribles sobre algunos estados de locura; decía que algunas personas en situaciones parecidas a la mía se quitaban la vida", detalló en entrevista conjunta con un grupo de medios de la alianza LENA. El presidente del COB, quien no cuenta con reconocimiento del Comité Olímpico Internacional, es Viktor Lukashenko, hijo mayor de Aleksandr, quien también lideró el organismo hasta que el COI lo suspendió en diciembre 2020 por someter a los deportistas de su país a persecución política.
Mientras los oficiales del COB conducían a Krystsina hacia el filtro de seguridad del Aeropuerto de Haneda, la velocista estableció contacto con un policía japonés vía Google Translate. "Ayuda, intentan llevarme a mi país por la fuerza. Estoy en peligro”, escribió en su teléfono móvil, reportó Reuters. Krystsina pasó a custodia de las autoridades japonesas y de inmediato recibió el apoyo del Comité Olímpico Internacional, que abrió una investigación contra los trabajadores del COB. Antes del episodio, Tsimanouskaya ya había dado aviso de su situación a través de un canal de Telegram y mantenía contacto con la Fundación Bielorrusa de Solidaridad Deportiva (BSSF, por sus siglas en inglés), una organización que brinda apoyo financiero, legal y psicológico a los atletas bielorrusos que hayan sufrido represalias por manifestarse contra el gobierno de Lukashenko. Al día siguiente, los representantes del COI y elementos de la policía de Tokio trasladaron a Krystsina a la embajada polaca en Japón, donde tramitaría un visado humanitario. Desde Varsovia, su nuevo 'hogar', Krystsina charló con AS sobre lo sucedido y sus perspectivas hacia un futuro atiborrado de interrogantes. La voz de una deportista olímpica en el exilio forzado.
¿Cómo te sientes ahora? ¿Has podido conciliar el sueño finalmente?
Me siento bien. Me siento segura. Mis días están volviendo a la normalidad. Antes no podía dormir porque era una situación muy estresante, pero ahora todo está mejorando.
¿Cómo está tu familia? ¿Han recibido alguna amenaza en Bielorrusia? ¿Tu esposo sigue en Ucrania?
Mi esposo ya llegó a Polonia. Estuvo en Ucrania unos días, pero pudo conseguir una visa humanitaria para venir a Polonia conmigo. Mis padres están todavía en Bielorrusia. Estoy preocupada por ellos porque no sé qué puede pasarles, pero espero que todo estará bien. Lo importante es que estén a salvo. Estamos tratando de ser cuidadosos durante estas entrevistas y hablando con la prensa para que no tengan ningún tipo de problemas.
Sabemos qué pasó en el aeropuerto de Tokio, ¿podrías contar cómo fue que escapaste de los oficiales bielorrusos que querían que te subieras al avión y cómo contactaste al policía japones que te ayudó?
Entendí que no podía volver a Bielorrusia y contacté a la Fundación de Solidaridad Deportiva; me dijeron que enviarían a gente de la diáspora bielorrusa al aeropuerto, pero no pudieron llegar a tiempo. Tuve que ir con un policía y comunicarme con él mediante Google Translate. Además, en ese momento había una persona en el aeropuerto a quien había conocido, estaba acreditado para los Olímpicos y pude hablar con él. También me ayudó. La policía preguntó si ellos (los oficiales bielorrusos) eran quienes me querían llevar; dije que sí. Me llevaron a una habitación y ahí me sentí segura. Tuvimos una conversación, establecieron un protocolo y luego contactaron a la embajada de Polonia para ayudarme y obtener asilo político.
¿Has recibido amenazas después de lo que sucedió?
No he recibido ninguna amenaza en Polonia porque cambié mi número de teléfono. Sin embargo sí he recibido amenazas en mi cuenta de Instagram. Muchos insultos y comentarios violentos que decían que me iban a atrapar si volvía a Bielorrusia.
¿El COI ha permanecido en contacto contigo?
Cuando estuve en Tokio me contactó un representante del COI. Me preguntó varias veces si necesitaba ayuda, si estaba segura. Estableció un procedimiento con el Comité Olímpico nacional y también ya emitieron sanciones a los oficiales que querían llevarme de regreso por la fuerza (el COI les retiró la acreditación de los Juegos).
No hay contacto diario, pero ayer (16 de agosto) uno de los representantes a cargo de la investigación (contra el Comité de Bielorrusia) habló conmigo. La conversación duró aproximadamente dos horas; le mostré las pruebas que tenía en mi teléfono sobre cómo me habían presionado para volver a Bielorrusia. Ellos (el COI) también están en conversaciones con los entrenadores (del equipo de atletismo bielorruso, quienes urdieron la expulsión de Krystsina); se está llevando un procedimiento que debería finalizar probablemente con más sanciones para los involucrados.
No puedo decir que entiendo la política demasiado. No estaré muy involucrada, pero en realidad intentaré ayudar a la gente que sufre de esta dictadura
Krystsina Tsimanouskaya
¿Solicitarás un estatus de refugiada ante el COI para acceder a los programas especiales que tienen, como las becas de Solidaridad Olímpica o los Equipos de Refugiados? Si no, ¿a qué país piensas representar?
Estoy considerando cambiar mi nacionalidad deportiva para poder competir bajo la bandera de Polonia, pero tengo que seguir las reglas. Para cambiar mi nacionalidad tengo que someterme a una ‘cuarentena deportiva’ de tres años. Haré una petición para acortar el periodo para así competir por Polonia lo antes posible.
Tokio 2020 iban a ser tus primeros JJOO. Imagino que después de esta amarga experiencia tienes deseos de volver...
Me gustaría lograr esta nueva ‘nacionalidad deportiva’ antes de París para poder competir de nueva cuenta en JJOO, pero no solo en ellos, sino en Campeonatos Mundiales y Europeos. Hay muchas competiciones planeadas, pero por la pandemia del COVID muchas fueron pospuestas y pasaron varias oportunidades de participar en ellas. Hace año y medio que iba a haber un campeonato mundial durante el invierno, pero fue pospuesto por el COVID. Iba a tomar parte de él. Ahora se llevará a cabo este año, espero competir en él. La cuarentena de tres años se supone que terminaría en los JJOO de París. Ojalá pueda llegar a tiempo. Si estoy al tope de mis capacidades atléticas espero que la pueda conseguir antes.
¿Cómo era tu vida en Bielorrusia?
Cuando estaba en Bielorrusia tenía una vida deportiva normal: entrenaba, intentaba mantenerme alejada de la política, porque eso podía ser una amenaza para mi carrera. Junto a mi esposo trabajé muy fuertemente para estar en estos JJOO y muchas cosas pasaron durante los últimos meses. Queríamos estar en esas reuniones para demostrar apoyo en la situación que vivía mucha gente (violencia en las calles bielorrusas después de la disputada reelección de Aleksandr Lukashenko como presidente del país en el verano de 2020). Estábamos preocupados porque recibimos amenazas de que si participábamos en las manifestaciones podíamos perder nuestros trabajos y nuestras carreras. Los JJOO fueron realmente mi prioridad. Pasé 10 años de mi carrera preparándome para esto. De verdad quería estar en los Juegos. Era mi sueño, así que prioricé esto sobre todo. Los preparativos fueron muy duros. No pude ir a campos de entrenamiento o a eventos comerciales, ni competencias.
Dices que no solías ser muy política. Cuando llegaste a Polonia aseguraste que no te interesa saber sobre ello. Después de lo que sucedió en Tokio, ¿te involucrarás más en política?
Tuve que tomar una posición, en conjunto con mi esposo, pero tratamos de priorizar el deporte. Cuando se realizó una manifestación en contra de la violencia en Bielorrusia mostramos nuestro apoyo al pueblo, pero siempre he estado más enfocada en el deporte. No puedo decir que entiendo la política demasiado. No estaré muy involucrada, pero en realidad intentaré ayudar a la gente que sufre de esta dictadura. Ya puse mi medalla en una subasta (plata en los Campeonatos Europeos de 2019, celebrados en Minsk) y el dinero que logre recaudar lo enviaré a la BSSF para ayudar a otros deportistas que han sufrido. Es así como estoy intentando ayudar.
¿Ya volviste a entrenar?
Sí, la semana pasada; de hecho, participé en una competencia este fin de semana (14-15 de agosto). Espero no perder mis capacidades atléticas. Por todo el estrés que viví en los días recientes mi cuerpo se sentía débil; no estuve en la mejor forma. Estoy agotada. Después de la competencia me sentí muy cansada durante todo el día. Decidí tomar un momento para recuperarme. Tomar una pequeña pausa en mi carrera. Permitir a mi cuerpo recuperarse para después volver. Es normal que descanse un mes al final de una temporada. Se supone que iba a reposar después si continuaba compitiendo, pero no me sentía con la fuerza como para posponer aún más esta pausa.
¿Cuáles son tus deseos para el futuro de tu trayectoria y el de tu país?
Mi carrera deportiva es lo más importante para mí. Quiero seguir en busca de mis sueños. Tengo el plan de ganar una medalla en los campeonatos europeos. Esa idea permanece. Y por Bielorrusia, en verdad quiero que sea libre; sueño con que algún día sea un lugar seguro para todos, que la gente se sienta libre y segura. Me encantaría regresar algún día a Bielorrusia y volver a ver a mi familia, reunirme con ellos.
Deporte y cambio en Bielorrusia
BSSF celebró el 'Maratón por la Libertad', una serie de jornadas solidarias-deportivas del 7-16 de agosto de 2021 cuyo objetivo era "recordar al mundo el coraje del pueblo bielorruso, que se rebeló en contra de la dictadura", explicó la organización en un comunicado de prensa. El Maratón conmemoró el primer aniversario de la Fundación con una carrera dividida en 10 jornadas, una por cada causa:
- 7 de agosto, por las figuras culturales
- 8 de agosto, por los doctores
- 9 de agosto, por los ciudadanos de la 'nueva Bielorrusia'
- 10 de agosto, por los periodistas
- 11 de agosto, por los estudiantes
- 12 de agosto, por las mujeres bielorrusas
- 13 de agosto, por los trabajadores
- 14 de agosto, por los atletas
- 15 de agosto, por los prisioneros políticos
- 16 de agosto, en apoyo a la Fundación Bielorrusa de Solidaridad Deportiva
Cualquier persona del mundo tuvo la oportunidad de sumarse a la carrera que deseara, solo necesitaba recorrer 2,334 metros y registrarse en marathonforfreedom.org.